Nuestro sagrado refugio
Lamentablemente, son muchos los católicos que ignoran que el mes de junio está dedicado a la bella y sagrada devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Lamentablemente, son muchos los católicos que ignoran que el mes de junio está dedicado a la bella y sagrada devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Abramos nuestro corazón para que Jesús actúe en él. Porque si no le damos permiso, no puede regalarnos sus dones. Él respeta nuestra libertad.
Para el papa Francisco, la familia es el principal antídoto contra la pobreza, material y espiritual.
Se está en crisis cuando se olvida dedicarse a los otros o sentir la belleza de soñar juntos o crear familias numerosas.
Pedir unos por otros tiene mucha eficacia porque no depende de las fuerzas humanas, sino del poder de Dios que escucha las peticiones y concede su gracia.
Amemos a los enemigos de Dios y de su pueblo orando intensamente por su conversión, para que el Señor conmueva sus corazones.
Cuando obramos con amor, estamos permitiendo que otros descubran el amor divino y se abran a su amor.
Para nosotros ir a “Galilea” significa ir hacia adelante, mirar el futuro con confianza, superar el sentimiento de derrota.
La paz de Cristo es verdadera y está apoyada en la oración, la ternura, el perdón y el amor gratuito a todo prójimo.
Si celebramos el nacimiento de Jesús en esta vida, cuanto más debemos celebrar la Resurrección, es decir, que venció a la muerte y nos ha regalado la vida eterna.
El rencor y los resentimientos son la escoria del egoísmo y desagradables al Creador.
La verdadera alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona: a Jesús.