
La Oración (VI). Para cambiar, orar
El papa nos invita introducir la oración en nuestra vida, y dejarnos cambiar por Dios, pues Él sabe cómo hacerlo, porque nos conoce a cada uno de nosotros.
El papa nos invita introducir la oración en nuestra vida, y dejarnos cambiar por Dios, pues Él sabe cómo hacerlo, porque nos conoce a cada uno de nosotros.
La oración de los niños es sencilla. Logran entablar rápidamente una relación con Dios.
Es necesario que nuestros hijos se den cuenta de la importancia que tiene y de los dones y frutos que nos regala el Espíritu Santo.
La oración ilumina el alma, el corazón e incluso el rostro. Y así, ser portadores de alegría, en vez de llevar tristeza o malas noticias.
Dios siempre está a la espera que sus hijos le hablemos a través de la oración. Es paciente y siempre nos responde.
Al impartir la bendición Urbi et Orbi de manera extraordinaria, Francisco nos recordó que la humanidad está en la misma barca y que Dios está con nosotros.
El encierro por varios días puede generar depresión en los niños, por eso hay que observar su comportamiento y crear actividades que los mantengan ocupados.
La Cuaresma es un tiempo de preparación, de espera, de purificación, de vuelta al señor. Es un tiempo de conversión.
La Cuaresma es el tiempo en que la oración y la penitencia nos ayudan a prepararnos para vivir mejor la Semana Santa.
El maligno está a la orden del día, pero lo podemos combatir todos los días con la oración.
La unión de la fe cristiana se ve concentrada como cada año en la Semana de la Oración por la Unión de los Cristianos, que se llevará a cabo del 18 al 25 de enero.
Encomendarnos al arcángel San Miguel es una buena forma de combatir las tentaciones, además de pedir por la unidad de la Iglesia