
Ante el juicio del Señor, oremos por los agonizantes
En el proceso de la vida personal, el momento más crítico para enfrentar el juicio de Dios es sin duda el de la muerte.
En el proceso de la vida personal, el momento más crítico para enfrentar el juicio de Dios es sin duda el de la muerte.
Pedir unos por otros tiene mucha eficacia porque no depende de las fuerzas humanas, sino del poder de Dios que escucha las peticiones y concede su gracia.
Amemos a los enemigos de Dios y de su pueblo orando intensamente por su conversión, para que el Señor conmueva sus corazones.
Según datos de Pew Research Center, en el mundo hay cerca de 4,200 religiones, siendo el catolicismo la más popular.
En las vísperas de Cuaresma y de que se cumpla un año de la guerra en Ucrania, obispos de ese país piden oración, ayuno y penitencia para que haya paz.
El domingo es un regalo que Dios nos hace a su pueblo, y por eso, la Iglesia lo protege con un mandamiento.
La mejor forma de apoyar a nuestros hijos en la elección del estado de vida es con nuestra oración amorosa y dedicada por ellos.
Ante la ola de asesinatos y desapariciones de periodistas, la CEM convocó a una Jornada de Oración Mensual, para construir la paz que el país anhela.
La oración por alguien es la caridad más grande que se puede tener y también es como abrazarle con el alma.
Las buenas acciones, esas llamadas de misericordia, son siempre la ayuda a otros, no la autosatisfacción.
La fraternidad no es otra cosa que vivir el Amor de Dios en comunidad y preocuparnos por que todos lo podamos sentir.
El papa Francisco nos exhorta a conocer el sentido de la liturgia para poder participar vivamente y de un modo más fructífero.