
Clausura el Papa Francisco el Jubileo de la Misericordia
Aunque se cierra la Puerta Santa, la verdadera Puerta de la Misericordia, que es el Corazón de Cristo, permanece siempre abierta para nosotros, dice.
Aunque se cierra la Puerta Santa, la verdadera Puerta de la Misericordia, que es el Corazón de Cristo, permanece siempre abierta para nosotros, dice.
Encomienda a Dios a los hermanos y hermanas que lamentablemente todavía hoy, en distintas partes del mundo, son perseguidos por la fe en Cristo.
El Papa Francisco recalcó la necesidad urgente de sacerdotes solidarios y atentos a las necesidades de las personas e invitó a los fieles a no ser indiferentes con el prójimo.
El Papa Francisco convocó a ayudar a los más necesitados y planteó que la misericordia es el camino para hacer buenas obras.
Llama a los presentes a ser pastores como el profeta Ezequiel muestra a Dios, que sale en busca de la oveja perdida y cura a la que lo necesita.
Paulo VI decía que cada pecado nuestro, cada huida del lado de Dios, enciende en Él una llama de más intenso amor, un deseo de recuperarnos.
El 2016 está imbuido del Jubileo de la Misericordia, para pedirla a Dios y practicarla con todos; así como la expectativa por la visita del Papa a México.
El 27 de diciembre se llevó a cabo el Jubileo de las Familias en el Año de la Misericordia, el primer evento temático del Jubileo de la Misericordia.
Acercarse al Sacramento de la Reconciliación es recibir directamente la misericordia divina y podremos también ser capaces de perdonar a los demás.
El Papa Francisco, con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica vaticana, inicia el Jubileo, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción.