
Los buenos somos más, pero…
La mayoría de la gente es “buena”, pero mucho de eso bueno se lo guarda para sí, para su familia o un pequeño círculo.

La mayoría de la gente es “buena”, pero mucho de eso bueno se lo guarda para sí, para su familia o un pequeño círculo.

“Para bailar el tango hacen falta dos”, lo que significa que en las crisis y vida conyugal hace falta que las dos partes tengan la voluntad de evitar el conflicto.

La vida de la fe se aprende con la vivencia cotidiana, ya que no es una ciencia, es fe.

La peor secuela de la pandemia será tener mucho miedo, ansiedad, depresión, angustia, rencor, rabia, furia y mucha incertidumbre.

El verdadero amor no “se acaba”, se abandona, se destruye, no es un acabarse inherente al amor, sino un resultado de lo que sobre ese amor hacemos o dejamos de hacer.

Inicia el adviento porque se acerca Navidad, pero ahora lo viviremos muy diferente porque podremos reflexionar sobre el por qué existe esta época de preparación.

Mientras con el encierro en casa unos redescubren el tesoro de la familia, otros encuentran en ella un infierno, y algunas mujeres incluso la muerte.

El encierro nos hace más irritables y estar todos juntos, todo el tiempo, genera sentimientos difíciles de procesar.

La Pascua es la fiesta más importante para los cristianos, por eso es importante celebrar esta fiesta y expresar nuestra alegría entre nuestros familiares.

El encierro por varios días puede generar depresión en los niños, por eso hay que observar su comportamiento y crear actividades que los mantengan ocupados.

Hacer un alto en las actividades cotidianas nos ayuda a redescubrirnos a nosotros mismos, a nuestra familia y reconocer que somos limitados.

Debemos planear muy bien la Noche Buena para que por lo menos podamos ir a misa juntos.