
Vivamos la misericordia en familia
Es necesario que nuestros hijos sepan que tenemos un Padre amoroso que nos cuida siempre y que está atento a nuestras peticiones.
Es necesario que nuestros hijos sepan que tenemos un Padre amoroso que nos cuida siempre y que está atento a nuestras peticiones.
Consagrar es dedicar voluntariamente a Dios y lo podemos hacer de manera personal y también familiarmente.
El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
Es bueno que eduquemos a nuestros hijos a orar por cada uno de ellos y mucho mejor si lo hacemos en familia.
La paciencia nos da la capacidad de saber esperar. Incluso cuando algunos a nuestro alrededor han caído en la desilusión y abandonan el camino
Tú eres el soporte y el elemento de seguridad familiar. Y la paciencia debe ser la base de todas tus acciones.
La Pascua no solo es un día, son 50 días por lo que debemos hacer una gran fiesta.
La oración es un gran sustento para el trabajo de la voluntad y, sobre todo, para la familia y para papá.
Debemos recordar que no hay amor más grande que el que da la vida por sus hermanos, sobre todo los que están más necesitados
Orar es dialogar con Dios con calma y sin presiones, porque orar lleva tiempo. Tiempo para hablar y tiempo para escuchar, por lo que en realidad es un diálogo entre nosotros y Dios.
Llevar una vida extraordinaria no solo depende de nuestros esfuerzos, sino que depende de que pongamos todo en manos de Dios y hagamos lo que nos toca de la mejor manera.
La Iglesia extiende la celebración de la Navidad durante ocho días y nosotros, como familia, debemos hacer lo mismo y que el ambiente familiar sea festivo.