
Retiro espiritual
Redescubriremos así la paz, la alegría y la sonrisa que están dentro de nosotros y que el mundo busca arrebatarnos.
Redescubriremos así la paz, la alegría y la sonrisa que están dentro de nosotros y que el mundo busca arrebatarnos.
El amor no es envidioso por lo que debemos enseñar a nuestros hijos a alegrarse con la felicidad de los demás.
El primer ámbito de la educación sigue siendo la familia, en los pequeños gestos que son más elocuentes que las palabras.
La obediencia, siendo algo bueno, requiere, como cualquier virtud, de la caridad.
La autoestima de Dios está garantizada o, dicho de otra forma, se identifica con su gloria.
En el matrimonio también la confianza está basada en el amor que posibilita la entrega mutua.
Es básico recordar que se educa con el ejemplo, así que debemos empezar por nosotros mismos para que nuestros hijos lo puedan hacer.
El Nacimiento de Jesús es un evento universal que afecta a todos, pero que cada uno puede decir: Dios viene por mí.
Los actos de amor pueden ser cosas que nos cuestan trabajo hacer, pero que en este tiempo haremos por amor a Dios, por amor al Niño Jesús y por amor a nosotros.
“Dejarse guiar” por el Espíritu implica confiar en que la gracia de Dios es más fuerte que nuestras resistencias y más grande que nuestros pecados.
La Virgen de Guadalupe es un hermoso instrumento de Dios para traer la paz y forjar nuestra patria.
El autoerotismo es una falsificación del auténtico amor, una copia barata del mismo, o su devaluación hasta identificarse, simple y llanamente, con el placer.