
Virtudes y vicios (21). La carrera de la salvación
Con la esperanza podemos vivir con alegría y serenidad nuestro presente, pues Jesús nos asegura un futuro confiable y un horizonte luminoso.
Con la esperanza podemos vivir con alegría y serenidad nuestro presente, pues Jesús nos asegura un futuro confiable y un horizonte luminoso.
A veces no es fácil defender nuestra fe, pero no dudemos de su valor y pongámonos de pie cuando sea preciso.
Tú eres el soporte y el elemento de seguridad familiar. Y la paciencia debe ser la base de todas tus acciones.
La justicia es una virtud social por excelencia. No fácil de obtener, pero indispensable para alcanzar la paz.
La cultura moderna no tiene medios para enfrentarnos a la muerte. En cambio, la fe cristiana nos ofrece recursos asombrosos y suficientes.
En estos tiempos dramáticos, la solución está en redescubrir la virtud. Si practicar la virtud fuera lo normal, el mundo sería feliz.
La Pascua no solo es un día, son 50 días por lo que debemos hacer una gran fiesta.
En la base de la envidia hay una relación de odio y amor: uno quiere el mal del otro, pero en secreto desea ser como él.
La fe se mantiene y crece, a pesar de la oscuridad que ciega, pues sigue humildemente apoyándose y confiando en Jesús, que nunca nos abandona.
Habrá que saber detectar la tristeza mala e impedir el pesimismo o el egoísmo que difícilmente se cura.
La belleza de las relaciones sexuales está en que hay un amor pleno de donación recíproca.
Orar es dialogar con Dios con calma y sin presiones, porque orar lleva tiempo. Tiempo para hablar y tiempo para escuchar, por lo que en realidad es un diálogo entre nosotros y Dios.