“Es la confianza” (VI). Esperar contra toda esperanza
“La esperanza es como el azúcar en el café, tan solo unos granos endulzan y ayudan a pasar los ratos amargos de la vida”.
“La esperanza es como el azúcar en el café, tan solo unos granos endulzan y ayudan a pasar los ratos amargos de la vida”.
Ojalá que todo el ambiente de la casa sea propicio para esta época de reflexión y de preparación para la Navidad
El mundo ha cambiado, y se puede decir que gritar ¡viva Cristo Rey! no representa ya en general peligro de perder la libertad o la vida.
Todo católico debe cortar radicalmente con el demonio porque es muy sutil e imperceptible en sus ataques.
De la oscuridad y de las tinieblas resplandece la fe. Una fe que proviene del amor y la confianza que se tiene en Dios.
“Cuando Dios resuelve tus problemas, tú tienes fe en Él. Cuando Dios no resuelve tus problemas, Él tiene fe en tus habilidades para resolverlos”.
En la vida espiritual no son frecuentes los descubrimientos que abren caminos nuevos que faciliten el encuentro con Dios.
La sinodalidad es un concepto nuevo pero que ha existido desde siempre ya que una familia debe caminar siempre unida.
Es la confianza la que nos sostiene cada día y la que nos mantendrá de pie ante la mirada del Señor cuando nos llame junto a Él.
Debemos tener conciencia de que no todo lo que está de moda es bueno, ni todo lo que pocos hacen está mal.
Para el pecador hay siempre esperanza de redención; en cambio, para el corrupto es mucho más difícil, pues se refugia en sus falsos “sí”.
La Santísima Virgen María descubre intrigas diabólicas, es abogada de los pecadores y camino seguro del cielo.