
Acercarnos al Nacimiento. Para esta Navidad
Jesús nos da muchas lecciones, entre ellas, de humildad, de pobreza, y sobre todo de amor, pues siendo todo un Dios, se hace hombre para morir y así redimirnos.
Jesús nos da muchas lecciones, entre ellas, de humildad, de pobreza, y sobre todo de amor, pues siendo todo un Dios, se hace hombre para morir y así redimirnos.
La Iglesia extiende la celebración de la Navidad durante ocho días y nosotros, como familia, debemos hacer lo mismo y que el ambiente familiar sea festivo.
Las posadas nos ayudan a terminar de preparar nuestro corazón para la Navidad.
La misericordia de Dios es la esencia de toda la historia de la Salvación, el porqué de todos los hechos salvíficos.
La Navidad nos recuerda que Cristo vino al mundo para facilitar y hacer posible que el hombre conozca la Verdad y pueda poner su corazón en Dios.
Estamos a pocos días de la Nochebuena y de poder celebrar el Nacimiento de Jesús en nuestros corazones.
El primer pesebre fue colocado por San Francisco de Asís, quien al celebrar una misa en la Nochebuena de 1223 colocó un nacimiento para festejar al Niño Jesús.
El Niño Jesús está más cercano espiritualmente de aquellos que sufren, por el motivo que sea, y que se ven abocados a vivir una navidad oscura.
El humanitarismo impulsa a la gente a salvar vidas, aliviar el sufrimiento y promover la dignidad humana.
Los actos de amor pueden ser cosas que nos cuestan trabajo hacer, pero que en este tiempo haremos por amor a Dios, por amor al Niño Jesús y por amor a nosotros.
El padre sufrió profundamente la muerte de su hijo, quien perdió la vida al salvar a un soldado. Tiempo después el joven le regaló un retrato al señor de su hijo fallecido.
La Navidad es un festejo que desafortunadamente se ha secularizado, cada vez se desconoce y hasta desprecia su sentido religioso para pasar a una fiesta familiar.