
Una Iglesia en salida misionera en familia
La fraternidad no es otra cosa que vivir el Amor de Dios en comunidad y preocuparnos por que todos lo podamos sentir.
La fraternidad no es otra cosa que vivir el Amor de Dios en comunidad y preocuparnos por que todos lo podamos sentir.
los errores más nocivos de Lutero han sido ampliamente difundidos a través de múltiples revoluciones y movimientos que han ido infiltrando nuestras más importantes instituciones.
La mayoría de los católicos, queriendo congraciarnos con el mundo, hemos cambiado el amor a Cristo por un amor a lo mundano.
La elección de Karol Wojtyla no se hubiera comprendido si antes el mundo no hubiera conocido la sonrisa esperanzadora de Albino Luciani.
Lo que más necesita la Iglesia, para ser de verdad “luz de las naciones”, es que haya muchos laicos competentes y coherentes con su fe.
La liturgia nos enseña a tratar del modo apropiado y correcto a Dios mismo, nos enseña a ser “educados” con Dios.
Podemos pensar si somos conscientes de la presencia del Espíritu Santo en nuestras almas y si actuamos en consecuencia.
El papa Francisco afirma que la Iglesia está llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de cuantos sufren en carne propia las consecuencias del conflicto.
Cualquier devoción es buena siempre que nos permita acercarnos a San José y que el nos lleve a Jesús.
La mujer poco a poco se va alejando de la Iglesia, sobre todo las generaciones jóvenes, que se dejan cautivar por los ideales del 8M.
Estamos en cuaresma, tiempo en el cual la iglesia compele a todos los católicos a hacer penitencia y ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches en el desierto.
Cuando alguien pone con sinceridad todos los medios para salvar su matrimonio y aun así se rompe, está dando un valiosísimo testimonio del valor del sacramento.