
¿Qué festejamos?
Sí, podemos festejar la Navidad pese al panorama desolador en el mundo, conscientes de que, ante tanta violencia, nosotros no podemos, pero Él sí puede.
Sí, podemos festejar la Navidad pese al panorama desolador en el mundo, conscientes de que, ante tanta violencia, nosotros no podemos, pero Él sí puede.
Dios puede servirse incluso de publicaciones así para sembrar un poco de fe en las personas que consumen esos productos.
Con la Carta “Misericordia et misera”, el Papa busca hacernos comprender el misterio del amor de Dios cuando viene al encuentro del pecador.
En misa especial en Casa Santa Marta, el Papa dijo que le gustaría que todas las confesiones religiosas dijeran: “Matar en nombre de Dios es satánico”.
Los Evangelios no reportan la muerte de María. Ella está por encima del pecado; y si la muerte es fruto del pecado, María no tuvo que padecer la muerte.
Cuando pidamos favores a Dios, estemos atentos a las señales que nos digan por dónde, con qué y con quiénes podemos resolver nuestros problemas.
Habla de compasión y misericordia; pide no olvidar el servicio al prójimo y que cada uno se comprometa a acercarse al otro hasta identificarse con él.
El remordimiento consiste en torturarnos con el recuerdo de lo que pasó. Lo que Dios quiere no es el remordimiento, sino el arrepentimiento.
Para recibir la misericordia de Dios, lo primero que hay que hacer es saberse necesitados de ella, y eso sólo lo haremos si nos reconocemos pecadores.
Más que el tamaño de las obras, a Dios le importa el amor que ponemos en ellas. Desde las cosas ordinarias, ha de estar dirigido nuestro corazón a Él
Pienso que el gesto del Papa en el lavatorio de los pies, es una acción litúrgica, una oración dirigida a Dios, para pedirle que nos consiga la unidad.
El Papa Francisco invita a los confesores a confesar y a confesarse; a dispensar generosamente la misericordia de Dios y a beneficiarse de ella.