
Virtudes y vicios (13). Mejor que lo perfecto
Aristóteles decía que el rasgo distintivo del hombre prudente es el ser capaz de deliberar y de juzgar de una manera conveniente.
Aristóteles decía que el rasgo distintivo del hombre prudente es el ser capaz de deliberar y de juzgar de una manera conveniente.
Debemos tener conciencia de que no todo lo que está de moda es bueno, ni todo lo que pocos hacen está mal.
Estamos a pocos días de la Nochebuena y de poder celebrar el Nacimiento de Jesús en nuestros corazones.
Pedir perdón y perdonar nos capacitan para dar un paso más y tratar de convertir el corazón.
La inmensa cantidad de obras realizadas por personas católicas o por instituciones de la Iglesia Católica se vuelve, por decreto, “invisible”.
La liturgia celebra el misterio de Jesucristo a lo largo del año. Al hacerlo, también invita reflexionar sobre el misterio del hombre mismo.
¿Por qué tanta saña contra los cristianos? La clave está en la radical opción de éstos por la justicia, la vida, la libertad de conciencia y de religión.
El Papa Francisco, en la última audiencia del Año Jubilar, reflexionó sobre una de las obras de misericordia: sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
Todos sabemos de gente aparentemente devota a la Iglesia y a Dios que en su vida diaria no ejerce buenos principios y que daña a los demás.
Es importante tratar de adquirir una buena formación, distinguiendo bien entre la conciencia delicada y la conciencia escrupulosa.
BXVI puede ser considerado como un líder elegante por múltiples razones, entre ellas su humildad y su capacidad de escuchar a los otros.