huellas
Caminemos juntos como discípulos y misioneros

Sexo y Juventud – ¿Cómo salir de la cárcel? (2)

12. La templanza

Medios humanos:

1. Tratar de adquirir una buena formación, distinguiendo bien entre la conciencia delicada y la conciencia escrupulosa.

2. Mucho ejercicio: entrenamiento de algún deporte, llegar rendidos a dormir.

3. Evitar el ocio; siempre tener algo qué hacer. San Josemaría hablaba de “Las horas malas de los chicos buenos”. El estudio, las tareas, ofrecidos a Dios teniendo un crucifijo en la mesa o escritorio. Ver en la TV deportes, tan variados, interesantes e incluso tan apasionantes. 

4. Ayudar en tu casa en algo material, sencillo: lavar platos, o el coche, sacar a pasear al perro, ir al gym, etc.

En los libros de moral se le llama a la masturbación “el pecado solitario”.

5. Formarse en los medios al alcance para tener ideas claras sobre este tema: por ejemplo, la eyaculación no constituye un pecado durante el sueño, aunque se sueñen cosas eróticas, ya que hace falta plena advertencia de la inteligencia y/o pleno consentimiento de la voluntad; las erecciones y sensaciones espontáneas, con tal de no continuarlas consciente y deseablemente.

6. Procurar no estar o estudiar solos en las habitaciones; es mejor en una sala o en un estudio, donde otras personas tienen acceso.

7. Al ir al baño, hacerlo con rapidez (suelo decir que como las gallinas: van al grano y nada más).

8. Al bañarse, hacerlo con cierta incomodidad (agua fría o suficientemente fría, para salir velozmente a secarse). Tratar de vivir el pudor: sentimiento de vergüenza hacia lo relativo al sexo o la desnudez y la modestia: sentimiento de la persona que mueve a ocultar los sentimientos, pensamientos o acciones que se consideran íntimos.

9. La mortificación de los sentidos: cuidar lo que se ve (la vista). San Josemaría solía distinguir entre ver y mirar: “Ver” no entraña ninguna falta; todos hemos de hacerlo. “Mirar” es detenerse en detalles, muchas veces morbosos. En los anuncios de la TV, espectaculares por la calle; el cine, en una película, etc.; procurar enterarse de qué se trata antes de asistir (siempre hay medios). Conozco algunos casos de muchachos que fueron al cine con sus amigos; resultó que se trataba de películas peligrosas, indecentes, inconvenientes, “con escenas”: inmediatamente se salió, cuidando su pureza; incluso dio un buen ejemplo.

10. Cuando se va al cine con la novia(o), en un ambiente de obscuridad, estar alerta con las manifestaciones de cariño y afecto que se “pasen de lo normal” Lo mismo estar en el coche en esas condiciones. Procurar no visitarse si en su casa no hay nadie, o al revés.

11. Las playas u otros sitios semejantes (ojo Cancún, Acapulco, Manzanillo, etc.) donde se puede poner en peligro la propia castidad (por supuesto durante los “Spring breakers”, playas nudistas. San Josemaría  aconsejaba defender nuestra pureza como hizo San Francisco de Asís (quien se revolcó en la nieve), o San Benito (que se arrojó a un arbusto lleno de espinas), o a San Bernardo (que se zambulló en un estanque helado).

12. No conservar e-mails o teléfonos de vecinas, colegas de trabajo, compañeras de la escuela, primas, solteronas, divorciadas, abandonadas, etc., máxime si ya han ocurrido “eventos” con ellas: tocamientos impuros, besos apasionados, relaciones sexuales, en otros casos; hay que huir cobardemente, y no ser tan “valientes”… (Camino 132).

13. Vigilar la música que se oye. Suele ser motivo de lujuria si se oyen grupos o cantantes provocativos del propio o de otro idioma que se entiende bien.

14. Evitar conversaciones que dan asco (cfr. Camino 131): no hablar de aquello ni para lamentarse: cambia de conversación a algo interesante pero inocuo y, si no es posible, seguirla, hablando de la necesidad y hermosura de la Santa pureza, virtud de hombres (mujeres) que saben lo que vale su alma. Y si no se logra nada, retirarte del grupo, abiertamente.

15. En casos de inclinaciones homosexuales y pederastia, evitarlas a toda costa: sinceridad salvaje con el director espiritual. 

16. Con frecuencia preguntan (ellos y ellas): ¿hasta dónde se puede llegar con el novio (a)? San Josemaría recomendaba tener bien preparadas unas buenas bofetadas, por “si se pasa aquel (aquella)” o está punto de pasarse, si ya se están dando ciertas libertades: besos, caricias, etc. También recomendaba no hacer con ella (con él) lo que les daría vergüenza hacer delante de sus padres o los suyos. 

17. Acerca de las relaciones prematrimoniales, algunos opinan que es “amor”. ¿Amor?, eso es otra cosa. Aristóteles y Tomás de Aquino dicen que el verdadero amor consiste en querer, desear el bien (Bien con mayúsculas, esto es Dios mismo) de la persona amada. Y que la amistad consiste en transmitir lo mejor que se posee al amigo (a). En cierta ocasión le dije a uno que le había enseñado pornografía a otro, si eso que tenía era lo mejor. Entonces no eres su amigo, sino su enemigo.

 

@voxfides

comentarios@yoinfluyo.com

 

Artículos Relacionados