
¿Necesito orar? Un ajo para vencer
Hoy en día, se quieren las cosas inmediatas. Sí se quiere mejorar, pero que sea rápido. Hay que aprender de las frutas, que requieren de tiempo para madurar.

Hoy en día, se quieren las cosas inmediatas. Sí se quiere mejorar, pero que sea rápido. Hay que aprender de las frutas, que requieren de tiempo para madurar.

De algo tan detestable como es el pecado, si conduce al arrepentimiento y al dolor de amor, produce frutos maravillosos de santidad.

En la actualidad es muy fácil ver que las familias no duran unidas porque la sociedad nos ha llevado a la cultura de lo desechable, de lo líquido.

Redescubriremos así la paz, la alegría y la sonrisa que están dentro de nosotros y que el mundo busca arrebatarnos.

El amor no es envidioso por lo que debemos enseñar a nuestros hijos a alegrarse con la felicidad de los demás.

El primer ámbito de la educación sigue siendo la familia, en los pequeños gestos que son más elocuentes que las palabras.

La obediencia, siendo algo bueno, requiere, como cualquier virtud, de la caridad.

La autoestima de Dios está garantizada o, dicho de otra forma, se identifica con su gloria.

En el matrimonio también la confianza está basada en el amor que posibilita la entrega mutua.

Es básico recordar que se educa con el ejemplo, así que debemos empezar por nosotros mismos para que nuestros hijos lo puedan hacer.

El Nacimiento de Jesús es un evento universal que afecta a todos, pero que cada uno puede decir: Dios viene por mí.

Los actos de amor pueden ser cosas que nos cuestan trabajo hacer, pero que en este tiempo haremos por amor a Dios, por amor al Niño Jesús y por amor a nosotros.