Con el don de fortaleza, el Espíritu Santo nos ayuda a superar la debilidad, para que seamos capaces de responder al amor del Señor, dice el Papa.

Vivamos bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús
Enseñemos a nuestros hijos a resguardarnos en el Amantísimo Corazón de Jesús.