Con el don de fortaleza, el Espíritu Santo nos ayuda a superar la debilidad, para que seamos capaces de responder al amor del Señor, dice el Papa.

Una luz de esperanza. Nunca es demasiado tarde
Secundemos al Papa pidiendo que no falte la esperanza, en especial, en quienes estén desanimados, fracasados y sin ver claro el futuro, incluso en la última hora de su vida.