Con el don de fortaleza, el Espíritu Santo nos ayuda a superar la debilidad, para que seamos capaces de responder al amor del Señor, dice el Papa.

En nuestra familia, ¿qué tanto sabemos de la vida consagrada?
La mejor forma de apoyar a nuestros hijos en la elección del estado de vida es con nuestra oración amorosa y dedicada por ellos.