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Mayor transparencia en Banco Vaticano

El Cardenal George Pell, Prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, anunció en conferencia de prensa las nuevas e importantes iniciativas para mejorar la gestión económica y administrativa de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano.

El pasado miércoles el Cardenal George Pell, junto con Joseph F.X. Zahra y Jean-Baptiste de Franssu, respectivamente vice-coordinador y miembro de dicho Consejo, y Ernst von Freyberg, presidente del Consejo de Superintendencia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), presentaron el cuadro económico de la Santa Sede.

Los cambios realizados por la nueva Secretaría de Economía se han puesto en marcha, tras el análisis detallado de la Pontificia Comisión Referente de Estudio y de Guía para la Organización de la Estructura Económico-Administrativa de la Santa Sede (Cosea).

De acuerdo con el comunicado emitido, los cambios efectuados son para hacer frente a los riesgos y a las debilidades individuadas y así poder mejorar la gestión económica del Vaticano.

“Los retos son numerosos y el trabajo por hacer es mucho. La Cosea ha recomendado que se afronten con urgencia varias cuestiones, entre ellas la transferencia de la Sección Ordinaria de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el Fondo de Pensiones, los medios de comunicación del Vaticano y el IOR. El Santo Padre ha expresado claramente que estos cambios deben producirse con rapidez”, subrayó el Cardenal Pell.

George Pell manifestó su satisfacción con estos cambios, tras la aprobación recibida por el Papa Francisco. A su vez, subrayó que tanto él como el Consejo de Economía se sienten agradecidos por el apoyo y la contribución constante que Bergoglio les brindó.

El prelado anunció también la creación de una pequeña Oficina de Gestión de Proyectos (Project Management Office, PMO), dirigida por Danny Casey, ex ”business manager” de la arquidiócesis de Sydney, para implementar y presentar algunos de los cambios propuestos, a partir de la transferencia de la Sección Ordinaria del APSA a la Secretaría de Economía.

En septiembre de 2014, la Secretaría de Economía comenzará a preparar el presupuesto para el año 2015, con el objetivo de que todos los dicasterios y las administraciones redacten un presupuesto al que atenerse durante todo el año. El gasto (en la estructura acordada) será responsabilidad de cada dicasterio y administración, mismo que se comparará con el presupuesto en curso durante el 2015, puntualizó el Cardenal Pell.

Los cambios

La Sección Ordinaria de la APSA se transfiere a la Secretaría de Economía, paso para que dicha Secretaría ejerza sus responsabilidades de control económico y vigilancia de los organismos de la Santa Sede, incluidas las políticas y procedimientos de adquisición y la distribución adecuada de los recursos humanos como se define en el Motu Proprio ”Fidelis dispensator et Prudens”. Tendrá como tarea inicial la continuación de las relaciones con los principales bancos centrales, según lo recomendado por MONEYVAL, para seguir garantizando la liquidez y la estabilidad financiera de la Santa Sede.

Con respecto al Fondo de Pensiones, el Consejo de Economía, se nombró un comité técnico para estudiar la situación de dicho fondo y formular propuestas al Consejo de Economía dentro del año en curso, ya que en muchos países occidentales se han tenido que enfrentar a desafíos significativos con respecto a las pensiones en los últimos años.

Se prevé que los nuevos estatutos estén listos para el final de 2014 con el fin de adaptar la organización del Fondo de Pensiones a la nueva estructura económico-administrativa de la Santa Sede.

El comité técnico estará encabezado por el Secretario prelado del Consejo, monseñor Brian Ferme. Cuatro expertos laicos contribuirán con su experiencia profesional y sus competencias: Kotanko Bernhard (Austria), Andrea Lesca (Italia), Antoine de Salins (Francia) y Nino Savelli (Italia). Además, habrá representantes del Consejo de Economía, de la Secretaría de Estado y del Fondo de Pensiones.

Otro apartado es el de los medios de comunicación del Vaticano, en la cual se ha  anunciado el nombramiento de un comité para proponer una reforma de los mismos. El comité emitirá un informe y un plan de reforma en los próximos 12 meses, después de haber examinado la relación de la Coşea. Los objetivos son adecuar los medios de comunicación de la Santa Sede a las nuevas tendencias del sector, mejorar la coordinación y lograr de manera progresiva y significativa considerables ahorros financieros. Teniendo en cuenta los resultados positivos de iniciativas recientes, como la PopeApp y la cuenta de Twitter del Santo Padre, se fortalecerán los canales digitales para asegurar que los mensajes del Papa estén al alcance de los fieles de todo el mundo, especialmente de los jóvenes.

El Consejo de Cardenales del Santo Padre (C9), la Secretaría de Economía, la Comisión de Vigilancia de los Cardenales y el actual Consejo de Superintendencia del IOR han decidido conjuntamente que dicho plan debe ser realizado por un nuevo grupo dirigente liderado por Jean-Baptiste de Franssu, a partir del 9 de julio de 2014.

Ante ello, Jean-Baptiste de Franssu ha afirmado que es un honor el haber sido llamado a poner en marcha los cambios que hoy son necesarios para transformar ulteriormente el IOR en un proveedor especializado de servicios para la Iglesia.

Durante los próximos tres años se revisarán los estatutos del IOR y las actividades se reestructurarán siguiendo tres prioridades estratégicas: Fortalecer los negocios (business) del IOR; desplazar gradualmente la gestión del patrimonio a una nueva y central ”Vatican Asset Management” (Gestión de Activos del Vaticano, VAM) y sobre los servicios de pago para el clero, las congregaciones, las diócesis y los empleados laicos del Vaticano.

En las diversas instituciones financieras que responden a la Secretaría de Economía se ha seguido un patrón general de experta cooperación entre el clero y laicos.

Todos estos cambios han sido apoyados en las recientes reuniones del Consejo de la Economía (5 de julio) y del Consejo de Cardenales (1-4 de julio) y cuentan con la aprobación del Santo Padre.

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