
Los milagros actuales de Dios
El huracán Patricia no amainó por casualidad, fue manifestación del poder de Dios, que sabe tratar con amor a sus hijos anhelando de nuestra salvación.

El huracán Patricia no amainó por casualidad, fue manifestación del poder de Dios, que sabe tratar con amor a sus hijos anhelando de nuestra salvación.

La Sagrada Eucaristía es la única solución a tantos hechos violentos e infames que convulsionan a nuestros pueblos, porque nos lleva a la conversión.