
Vivamos la misericordia en familia
Es necesario que nuestros hijos sepan que tenemos un Padre amoroso que nos cuida siempre y que está atento a nuestras peticiones.
Es necesario que nuestros hijos sepan que tenemos un Padre amoroso que nos cuida siempre y que está atento a nuestras peticiones.
Este tiempo de cuaresma es el tiempo por excelencia para trabajar en la conversión de nuestro corazón y tenemos una oportunidad de oro para lograr cambiar lo que nos pesa.
A veces no es fácil defender nuestra fe, pero no dudemos de su valor y pongámonos de pie cuando sea preciso.
El perdón es el oxígeno que purifica el aire contaminado por el odio y cura los venenos del rencor.
La paz de Cristo es verdadera y está apoyada en la oración, la ternura, el perdón y el amor gratuito a todo prójimo.
El rencor y los resentimientos son la escoria del egoísmo y desagradables al Creador.
La película Tengamos la fiesta en paz está hecha para reforzar la unión familiar y recordarnos que San José, la Virgen María y Jesús nos acompañan.
Acaba de terminar el X Encuentro Mundial de las Familias con el tema: “El amor familiar: vocación y camino de santidad”.
Gracias a la pasión y muerte de Jesús por nosotros, no sólo fuimos perdonados, redimidos, sino que además nos consiguió la gracia de poder ser hijos de Dios.
Pedir perdón y perdonar nos capacitan para dar un paso más y tratar de convertir el corazón.
La penitencia no es más que aceptar voluntariamente todas nuestras cruces diarias. Por pequeñas que sean y aceptarlas con amor.
Como cada año, se llega el tiempo de la cuaresma, que no es otra cosa que un tiempo de preparación para la gran solemnidad de la Pascua.