
La sociedad civil y la familia
Es momento de demostrar que somos ciudadanos de verdad. No podemos contemplar pasivos cómo un pequeño grupo impone sus dogmas sin el más mínimo consenso

Es momento de demostrar que somos ciudadanos de verdad. No podemos contemplar pasivos cómo un pequeño grupo impone sus dogmas sin el más mínimo consenso

En realidad, en México no existe un interés sano por apoyar a la familia, a pesar de que ello beneficiaría a la sociedad, sino en redefinirla.

Hoy hago extensiva mi felicitación a todas las mamás, para que sigan conservando íntegra la fe en sus hogares y sigan animando a su familia.

Hoy en día, el matrimonio y la familia están bajo ataque. Y la Iglesia parece ser la única institución que se toma en serio nuestra humanidad.

El acento pastoral y la impronta misericordiosa empapan Amoris Laetitia. No cambia la doctrina, pero pastoralmente mira de una nueva forma a las personas.

El 8 de abril se presenta documento postsinodal del Papa sobre la familia, en dos Asambleas Generales del Sínodo de los Obispos se reflexionó sobre el tema

Llaman la atención: sentido de misericordia de la vida, centralidad de la familia y reforma a la curia y finanzas del Vaticano… y su ecumenismo.

El Papa Francisco pide por las familias, porque las que estén en dificultad reciban el apoyo necesario, para que los niños crezcan en ambientes sanos.

Polacos y eslovenos salieron a las calles y echaron abajo leyes sobre “matrimonio” homosexual. Lástima que en México haya una pasividad terrible.

La nota de la BBC sobre la amistad de Juan Pablo II y la familia de Anna Terese Tymieniecka cae en la línea de periodismo “big brother”.

La vocación al matrimonio y a la familia puede dar la fuerza de realizar ese proyecto de vida y de amor revelado desde el inicio de la humanidad.

En la fiesta de la Sagrada Familia el Papa dijo que el núcleo familiar es el lugar de la alegría y enseñanza que acoge a los hijos como don de Dios.