
Es la confianza (IV). Unos caballos alados
“Cuando Dios resuelve tus problemas, tú tienes fe en Él. Cuando Dios no resuelve tus problemas, Él tiene fe en tus habilidades para resolverlos”.
“Cuando Dios resuelve tus problemas, tú tienes fe en Él. Cuando Dios no resuelve tus problemas, Él tiene fe en tus habilidades para resolverlos”.
1) Para saber «Si amas al Señor, “necesariamente” has de notar el bendito peso de las almas, para llevarlas a Dios.» (San Josemaría, Forja, n. 63,).
Esta semana nos invitaron a mi esposo y a mí a dar nuestro testimonio de vocación al Matrimonio en el colegio y fue una experiencia
En la vida espiritual no son frecuentes los descubrimientos que abren caminos nuevos que faciliten el encuentro con Dios.
Es la confianza la que nos sostiene cada día y la que nos mantendrá de pie ante la mirada del Señor cuando nos llame junto a Él.
Dios no espera nuestros esfuerzos para venir a nosotros y no se rinde si tardamos en responderle; al contrario, Él toma la iniciativa.
Nuestro Dios ilumina nuestra mirada, ilumina nuestro corazón, ilumina nuestra mente y nuestras ganas de hacer algo en la vida.
En el proceso de la vida personal, el momento más crítico para enfrentar el juicio de Dios es sin duda el de la muerte.
En la vida espiritual esa fuerza vital es el amor por Cristo y en Cristo. Eso supera todas las enfermedades espirituales y, al final, también la muerte.
El amor de Dios es infinitamente superior a nuestros pensamientos e imaginaciones. Nuestros pensamientos son limitados y Dios es infinito.
El amor es lo primero y sin el amor en el centro, todo lo demás es vano.
Pedir unos por otros tiene mucha eficacia porque no depende de las fuerzas humanas, sino del poder de Dios que escucha las peticiones y concede su gracia.