
La causa de la desunión. El idioma del corazón
El odio y la indiferencia hunde sus raíces en el egoísmo y deja a los demás en la calle sin interés por ayudarlos.
El odio y la indiferencia hunde sus raíces en el egoísmo y deja a los demás en la calle sin interés por ayudarlos.
El nombre de Cristo, significa “ungido”. Un cristiano, significa que ha sido “ungido” por el Espíritu Santo.
Las palabras “Nada es imposible para Dios” nos pueden ayudar mucho en la vida. Si lo creemos, dejamos obrar a Dios en nosotros.
Se dice que la música existe para expresar las palabras que no podemos decir. Muchas veces una canción puede expresar mucho mejor lo que se siente, que decirlo solo con palabras.
Es bueno que eduquemos a nuestros hijos a orar por cada uno de ellos y mucho mejor si lo hacemos en familia.
La Sagrada Escritura tiene una nota subyacente que la acompaña de principio a fin, y esta nota es el amor de Dios.
Libres para servir en el amor, la alegría y sencillez de corazón tal como nos enseñó Jesús con su propia vida.
María, Madre del buen consejo, nos enseña y ayuda a confiar y esperar en Dios en toda ocasión y a vivir el amor al prójimo.
Cuando oramos, no sabemos en qué momento o de qué manera obra Dios para hacer que esa persona se convierta y sienta su fe y obre en consecuencia.
La pobreza de espíritu ayudará para solucionar la pobreza material, pues quien tiene, utilizará aquello para beneficio de los otros.
El papa Francisco nos invita a pedirle al Señor que aumente nuestra caridad y nos conceda un corazón abierto y generoso para no ser indiferentes ante las necesidades de los demás.
La paciencia nos da la capacidad de saber esperar. Incluso cuando algunos a nuestro alrededor han caído en la desilusión y abandonan el camino