
El poder del perdón
El perdón libera a quien lo ofrece, pues disuelve el resentimiento, devuelve la paz, aunque el otro no lo acoja.
El perdón libera a quien lo ofrece, pues disuelve el resentimiento, devuelve la paz, aunque el otro no lo acoja.
Con el Rosario en la mano y con el corazón en el cielo, Dios nos escucha y nos cuida con su amor.
El papa nos invita a sentir en el corazón lo mismo que vivieron ellos: Su amor por Jesucristo, sobre todo en la Eucaristía, y también en los demás, especialmente en los pobres.
Dios nunca nos falla ni se escandaliza de nuestras faltas, ni nos abandona.
Un criterio para saber si es auténtica la amistad, será ver si es según Jesucristo, es decir, con verdad, amor y respeto.
“De noche, especialmente, es hermoso creer en la luz”. Esta frase de Platón, nos habla de la fe en lo que no se ve y la esperanza de obtenerlo.
La gratitud es una virtud que transforma la manera en que vemos la vida.
Secundemos al Papa pidiendo que no falte la esperanza, en especial, en quienes estén desanimados, fracasados y sin ver claro el futuro, incluso en la última hora de su vida.
Papá debe estar al pendiente de que cada niño reciba los sacramentos que le tocan, que reciba la formación espiritual que necesita.
La palabra de Jesús es para todos, pero actúa en cada uno de manera diferente.
Debemos educar a nuestros hijos para que compartan el Amor que Dios les da a diario y qué mejor lugar para hacerlo que con sus hermanos, con sus papás, y con los más cercanos.
El arma favorita del demonio es la mentira, pues logra hacer desconfiar y desunir. El papa León XIV invita erradicar del hombre, y en la Iglesia, toda división.