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El Mundial, fiesta solidaria de los pueblos: Francisco

A pocas horas de que dé inicio este jueves la inauguración del Mundial de Fútbol Brasil 2014, el Papa Francisco envió un mensaje a través de la televisora brasileña “O Globo”, en el que hace votos por que “esta fiesta del deporte se pueda transformar en una fiesta de solidaridad entre los pueblos”.

En medio de la gran expectación que suscita entre los fanáticos del fútbol de todo el mundo el inminente arranque del Mundial, el Papa Francisco expresó su deseo de que todos “puedan disfrutar de un maravilloso Mundial de fútbol, con un espíritu de verdadera fraternidad”.

Con su característica sencillez y didáctica para sacar de toda actividad humana una lección práctica de vida que puedan seguir todos, el Papa Francisco explicó que “el deporte es no sólo una forma de entretenimiento, sino también (y sobre todo, yo diría) una herramienta para comunicar los valores que promueven el bien de la persona humana y ayudan a construir una sociedad más pacífica y fraterna”.

Y aprovechó la oportunidad para destacar tres lecciones de la práctica deportiva, tres actitudes esenciales a favor de la causa de la paz: la necesidad de entrenarse, el juego limpio y el respeto entre los adversarios.

En primer lugar, dijo, el deporte nos enseña que para ganar hay que entrenarse; y en esta práctica deportiva podemos ver una metáfora de la vida: En la vida hay que luchar, "entrenarse", esforzarse para lograr resultados significativos.

Una segunda lección deportiva, añadió el Papa, es aprender lo que el "juego limpio" en el fútbol nos puede enseñar. Así, por ejemplo, para jugar en equipo hay que pensar, en primer lugar, en el bien del grupo, no para sí mismos. Para ganar, hay que superar el individualismo, el egoísmo, todas las formas de racismo, de intolerancia y de instrumentalización de la persona humana. Por tanto, ser "individualistas" en el fútbol es un obstáculo para el éxito del equipo; pero si somos "individualistas" en la vida, ignorando a las personas que nos rodean, sale perjudicada toda la sociedad.

Y, finalmente, el respeto del adversario constituye la tercera lección útil que nos da el deporte para la consecución de la paz. “El secreto de la victoria, sobre el campo, y también en la vida, está en saber respetar al compañero de equipo, así como también al adversario. ¡Nadie gana solo, ni en el campo, ni en la vida! ¡Que nadie quede aislado o se sienta excluido!”, exhorta el Papa.

Claro, al final de la Copa del Mundo Brasil 2014 sólo un equipo nacional va a levantar la copa como ganador. Pero, “aprendiendo las lecciones que nos enseña el deporte, todos seremos ganadores, fortaleciendo los lazos que nos unen”, remata Francisco.

Es de esta manera como “el fútbol puede y debe ser una escuela para la formación de una "cultura del encuentro", que conduzca a la armonía y a la paz entre los pueblos”, concluye el Papa.

Por cierto, con su presencia los fanáticos mexicanos ya visten de color y alegría la fiesta del Mundial de Fútbol Brasil 2014, que en pocas horas dará inicio.

@yoinfluyo

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