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Caminemos juntos como discípulos y misioneros

¿Conozco la fecha de mi bautismo?

1) Para saber

Hace algunos días, el Papa Francisco se refirió a los comentarios que hizo un famoso actor y director italiano. Se trataba de Roberto Benigni, que se hizo célebre en la película “La Vida es Bella” y por la que ganó el Óscar al mejor actor.

En un programa de televisión, el actor se refirió al pasaje de la Biblia en que Yahvéh sacó al pueblo judío esclavizado de Egipto por medio de Moisés. Decía el artista que para el Señor fue más fácil quitar a los israelitas de Egipto, que a Egipto del corazón de los israelitas.

Comentaba el Papa que, efectivamente, los judíos habían sido liberados ‘materialmente’ de la esclavitud, pero durante el camino en el desierto, al tener varias dificultades y con el hambre, comenzaron entonces a sentir nostalgia de Egipto cuando ‘comían cebollas y ajo’; se olvidaron que entonces comían en la esclavitud.

En nosotros sucede algo semejante. En nuestro corazón se anida la nostalgia de la esclavitud, porque aparentemente nos da más seguridad, más que la libertad, que es muy arriesgada. Aunque el pecado nos hace esclavos, podemos aún guardar cierta nostalgia por él. Si nos decidimos a mejorar nuestra conducta y acercarnos más a Dios, podemos añorar más o menos inconscientemente la vida pasada que implicaba menos esfuerzo. Por ejemplo, decidimos desterrar la pereza, pero añoramos la vida sin esfuerzo y más “cómoda”; y lo mismo se podría decir respecto a la lujuria, la sobriedad u otra esclavitud: se prefiere ‘el ajo y las cebollas’ de la esclavitud.

Dice el Papa: “¡Cómo nos gusta estar enjaulados por tantos fuegos artificiales, aparentemente muy lindos, pero que en realidad duran sólo pocos instantes! ¡Y éste es el reino del momento, esto es lo fascinante del momento!”

2) Para pensar

En estos días cercanos a la Navidad, recordemos que precisamente Dios envió a su Hijo al mundo para liberarnos de la esclavitud del pecado y ser regenerados. Somos regenerados al recibir la adopción de hijos con el Bautismo, que nos injerta como miembros vivos en Cristo y nos inserta en su Iglesia.

El Papa nos hace pensar: ¿somos libres o somos esclavos, somos sal y luz? ¿Somos levadura? O ¿estamos apagados, sosos, hostiles, desalentados, irrelevantes y cansados? ¿Vivimos como personas bautizadas en Cristo, ungidas por el Espíritu, rescatadas, libres? O ¿vivimos según la lógica mundana, corrupta, haciendo lo que el diablo nos hace creer que es nuestro interés? Porque la esclavitud nos hace creer que no podemos soñar, volar, esperar.

3) Para vivir

Nos invita el Papa a que en este inicio del nuevo año recordemos el día de nuestro Bautismo: redescubramos el regalo recibido que nos ha regenerado a la vida nueva: la vida divina. Ya no estamos a merced del mal y del pecado, sino que recibimos el amor, la libertad, la ternura, la misericordia del Padre celestial.

Y para quienes no recuerdan la fecha, pide el Papa, buscarla y custodiarla bien en el corazón. Podemos pedir ayuda a los padres, al padrino o madrina… Ese es un día de fiesta. Será muy bello para agradecer a Dios el don del Bautismo”.

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