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Caminemos juntos como discípulos y misioneros

El día más hermoso de la historia. Volver a nuestra Galilea

1)  Para saber

Estamos en el tiempo pascual, tiempo para celebrar la Resurrección de Jesús. La palabra “pascua” proviene de “paso”, recordando cuando en tiempos de Moisés, el ángel pasó durante la noche en Egipto. Pero Jesús, que celebró la Pascua, le dio su completo y perfecto significado. El papa Francisco señala que en Jesús “se realizó el paso decisivo de la humanidad: de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, del miedo a la confianza, de la desolación a la comunión”.

El papa nos invita a que este tiempo sea —en particular para los enfermos, pobres, ancianos y los que atraviesan momentos difíciles—, un paso de la tribulación a la consolación. Ya que Jesús, el Viviente, nos ha abierto un puente hacia la vida y está con nosotros para siempre. Nuestra esperanza ya no se estrella contra el muro de la muerte, ya podemos saborear la belleza del Cielo. En Pascua el destino del mundo cambió y nos alegramos de celebrar el día más importante y hermoso de la historia.

2)  Para pensar

El día de la Resurrección, las discípulas de Jesús fueron temprano a la tumba para embalsamar su cuerpo. Iban con el corazón desgarrado de dolor. Pero encuentran la tumba vacía, y al regresar les sale al encuentro Jesús resucitado y les pide que digan a sus discípulos que lo esperen en Galilea.

Así como esas mujeres, fueron a la tumba pensando que todo había terminado, así nos puede pasar: pensar que la alegría del encuentro con Jesús pertenece al pasado, y ahora solo ver tumbas selladas con nuestras desilusiones que nos han quitado la alegría del corazón: la tumba de nuestras amarguras y desconfianzas; la de pensar que “no hay nada más que hacer”, que “las cosas no cambiarán nunca”; la tumba de la inseguridad hacia el futuro; de la impotencia ante un mundo donde parece que prevalecen las leyes del más fuerte y de la corrupción; un mundo donde soplan los vientos gélidos de la guerra, la enfermedad y la muerte. Pero las mujeres en Pascua nos enseñan a no perder la esperanza y correr con gozo a dar la noticia que cambiará la vida y la historia: ¡Cristo ha resucitado!

3)  Para vivir

Las mujeres anuncian que el Señor los espera en Galilea, pero, ¿qué significa ir a Galilea? El papa Francisco señala que significa volver a los orígenes: cuando el Señor llamó por primera vez a los discípulos. Significa recuperar la memoria que nos da esperanza: la “memoria del futuro”, recordar y caminar. Para nosotros ir a “Galilea” significa ir hacia adelante, mirar el futuro con confianza, superar el sentimiento de derrota. Y la razón es que Cristo resucitó y cambió el rumbo de la historia. Es volver donde comenzó nuestra historia de amor con Jesús y se convirtió en la persona más importante de nuestra vida, cuando experimentamos su inmenso amor: tal vez en la gran alegría después del perdón sacramental, en un rato de oración o en una ayuda recibida.

La Pascua nos invita a quitar las lápidas de la desilusión y la desconfianza. El Señor es experto en remover las piedras sepulcrales del pecado y del miedo. Por eso se ha dicho que «el mayor pecado es no creer en la fuerza de la Resurrección» (San Isaac de Nínive). Volvamos a la Galilea del primer amor ¡y resurjamos a una vida nueva!

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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