Juan Pablo II, precursor de las jornadas con los jóvenes en todo el mundo, abrió su corazón y acercándose a ellos compartió su amor a Dios. #YIenRoma
Virtudes y vicios (13). Mejor que lo perfecto
Aristóteles decía que el rasgo distintivo del hombre prudente es el ser capaz de deliberar y de juzgar de una manera conveniente.