Juan Pablo II, precursor de las jornadas con los jóvenes en todo el mundo, abrió su corazón y acercándose a ellos compartió su amor a Dios. #YIenRoma

Comienza la Pascua. La fuente de la alegría
Para alimentar esta alegría, podemos seguir el ejemplo de aquellas mujeres: ir al encuentro del Resucitado, ya que Él es la fuente de una alegría que nunca se agota.