Los mandatarios de Israel, Shimon Peres, y de Palestina, Mahmoud Abbas, oraron por la paz en el Vaticano junto al Papa Francisco, mostrando que la convivencia es posible.
El encuentro, que también reunió al patriarca de Constantinopla, Bartolomé, y al franciscano Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa, se dio este domingo 8 de junio y fue poco después de las 6 pm (hora de Italia) cuando el Santo Padre recibió primero al presidente israelí, minutos antes de que el mandatario Abbas llegara de un viaje a Egipto.
Luego de saludar, abrazar y agradecer a los líderes de Estado, fueron trasladados a los jardines de la Santa Sede, ubicados entre la Casina Pío IV y la zona de los Museos Vaticanos, para así dar inicio a la celebración.
Ya en punto de las 7 pm (hora local) el encuentro por la paz inició con música y fue realizado en tres momentos (alabanza, perdón, invocación de paz).
“¡El Señor les conceda la paz! Hemos venido a este lugar, israelíes y palestinos; judíos, cristianos y musulmanes, para ofrecer nuestra oración por la paz, por Tierra Santa y por todos sus habitantes”, fue una de las primeras frases de introducción.
Primera oración por parte de la comunidad judía
El salmo número 8 de David abrió la oración que realizaron los representantes judíos, y a continuación del salmo 147, le siguió el Himno al Omnipotente. Después del intermedio musical, se realizó el pedido de perdón recitado en hebraico, seguido por el salmo 25 y el salmo 130. Concluyó con una meditación musical judía.
Segunda oración emitida por cristianos
La comunidad cristiana realizó su plegaria, iniciando con un agradecimiento por la Creación, en inglés, seguido por la lectura del salmo 8 y la lectura del libro de Isaías.
“Recemos: Dios Padre Omnipotente, nosotros aquí reunidos, tus hijos judíos, cristianos y musulmanes, te reconocemos a Tí como nuestro Creador. Venimos a darte gracias por la belleza y maravilla de tu creación”.
Le siguió un intermedio musical. Y la segunda parte inició con un pedido de perdón recitado en italiano, con la lectura de una oración de Juan Pablo II: “… Rezamos para que contemplando a Jesús, nuestro Señor y nuestra paz, los cristianos sean capaces de arrepentirse de las palabras y de las actitudes causadas por el orgullo y el odio, por el deseo de dominar a los otros, por la enemistad hacia los miembros de otras religiones y hacia los grupos más débiles de la sociedad, como migrantes e itinerantes. Recemos por todos aquello que han sufrido contra la dignidad humana y por aquellos cuyos derechos han sido pisoteados…”.
“Concede que nuestros progenitores, nuestros hermanos y hermanas, y todos nosotros tus servidores, que por gracia del Espíritu Santo nos dirigimos a ti con arrepentimiento sincero, podamos sentir tu misericordia y recibir el perdón de nuestros pecados. Nosotros te lo pedimos por medio de Cristo nuestro Señor. Amén.
Tras una pausa de silencio, prosiguió la oración: “Dios Padre Omnipotente, dónanos la gracia de presentarnos humildemente delante a Tí y de implorar tu perdón por haberte ofendido a Tí y a nuestros hermanos y hermanas. Nosotros no hemos sido custodios de nuestra creación, especialmente en tu Tierra Santa. Hemos emprendido guerras, realizado violencia, hemos enseñado el desprecio por nuestros hermanos y hermanas, ofendiéndote profundamente a ti oh Padre de todos nosotros. Dónanos la gracia de empeñarnos nuevamente para ‘actuar con justicia, amar la misericordia, y caminar humildemente con nuestro Dios’, por medio de Cristo nuestro Señor. Amén.
Luego de intermedio musical, fue la invocación de paz, en árabe, que inició con la lectura de la oración de san Francisco de Asís: “Señor haz de mi un instrumento de tu paz…”.
La oración emitida por la delegación musulmana
“Sea alabado Dios, que ha creado el cielo y la tierra, que ha convertido las tinieblas en luz, que ha hecho surgir todas las cosas de la nada…”. Así inició la oración, que terminó con el intermedio musical, después del cual fue la invocación por la paz, siempre en árabe, que concluyó con una interpretación musical musulmana.
Papa Francisco: «¡Nunca más la guerra!»
Al concluir la ceremonia, el Papa Francisco refirió que la presencia de los presidentes “es un gran signo de fraternidad que hacen como hijos de Abraham, y expresión concreta de confianza en Dios, Señor de la historia, que hoy nos mira como hermanos uno de otro, y desea conducirnos por sus vías”.
Reiteró que el encuentro se hizo con el fin de “invocar la paz en Tierra Santa, en Medio Oriente y en todo el mundo”, y también resaltó que está acompañado por la oración de tantas personas, de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones… Es un encuentro que responde al deseo ardiente de cuantos anhelan la paz y sueñan con un mundo donde hombres y mujeres puedan vivir como hermanos y no como adversarios o enemigos”.
Su Santidad sostuvo que para conseguir la paz se necesita valor, más que para hacer la guerra, valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento, para dialogar, negociar y no ser hostil, para respetar los pactos y no caer en provocaciones; “sí a la sinceridad y no a la doblez. Para todo esto se necesita valor, una gran fuerza de ánimo”.
Para alcanzar la paz en el mundo, Bergoglio pidió ayuda a Dios abriendo los ojos y corazones de todos e infundiendo el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la tan anhelada paz.
“Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre ‘hermano’, y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén”, suplicó el Papa.
Finalmente, luego de agradecer por el encuentro, Francisco, Peres y Abbas plantaron un pequeño árbol de olivo, como deseo de paz entre el pueblo palestino y el israelí.
@yoinfluyo
comentarios@yoinfluyo.com