África obtiene dos nuevos birretes rojos, y son dos sorpresas. Viene de Burkina Faso. Philippe Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo de Ouagadougou. Hombre de las periferias, miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, pero con una trayectoria completamente africana, sin estudios en el exterior.
Llevará visibilidad y prestigio a una Iglesia en dificultad. En el pasado mes de junio, la Conferencia Episcopal del país subrayó que “Burkina Faso tiene necesidad de justicia, reconciliación y paz. Los protagonistas de las tensiones sociales actuales deben evitar toda violencia y toda acción que puedan empeorar las tensiones y amenazar la dignidad de la persona humana y el bien común, llevando nuestra nación al caos”.
Jean Pierre Kutwa, arzobispo de Abiyán
Una Iglesia en sufrimiento también es la de Costa de Marfil, que ahora tendrá entre los miembros del Colegio Cardenalicio a Jean Pierre Kutwa, arzobispo de Abiyán desde el 2006. Biblista con doctorado en la Universidad Urbaniana de Roma, Kutwa guía una Iglesia en una nación que cuenta con el 40 por ciento de musulmanes, el 25 por ciento de seguidores de las religiones tradicionales, y un 30 por ciento de cristianos.
Una mezcla de religiones y culturas en una nación entre Ghana y Liberia, con una situación explosiva. La guerra civil ha dividido la nación, los grupos rebeldes controlan el norte y las fuerzas del gobierno mantienen el control del sur. Un acuerdo para el cese del fuego se ha alcanzado pero la paz es frágil. La Iglesia, como siempre, aportará toda su contribución.
Con información de Andrea Gagliarducci, prublicada en Korazym y traducida al español por infocatolica.com
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