
La Belleza de la Liturgia (23). Silencio, ¿para qué?
El silencio litúrgico es el símbolo de la presencia y la acción del Espíritu Santo que anima toda la acción celebrativa.
El silencio litúrgico es el símbolo de la presencia y la acción del Espíritu Santo que anima toda la acción celebrativa.
La vida contemporánea no nos deja mucho espacio para reflexionar, para pensar y, sobre todo, para cultivar nuestro espíritu.
Redescubriremos así la paz, la alegría y la sonrisa que están dentro de nosotros y que el mundo busca arrebatarnos.
En el desierto se encuentra la intimidad con Dios, el amor del Señor. La Cuaresma propone la ausencia de palabras vanas y hacer espacio a la Palabra de Dios.
La vida de la Iglesia católica en Japón hoy se recuerda por dos sucesos: la beatificación del samurái Takayama Ukon la película “Silencio”, de Martín Scorsese.