
En octubre, ¡recemos el Santo Rosario en familia!
El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
Cuando oramos, no sabemos en qué momento o de qué manera obra Dios para hacer que esa persona se convierta y sienta su fe y obre en consecuencia.
Las posadas nos ayudan a terminar de preparar nuestro corazón para la Navidad.
Es bueno que preveamos poder ir a Misa en familia, rezar el santo Rosario y que tengamos un tiempo para platicar sobre el acontecimiento guadalupano con nuestros hijos.
Dios no espera nuestros esfuerzos para venir a nosotros y no se rinde si tardamos en responderle; al contrario, Él toma la iniciativa.
Octubre está dedicado al Rosario y es excelente momento para comenzar a rezarlo en familia por amor y agradecimiento.
Pedir unos por otros tiene mucha eficacia porque no depende de las fuerzas humanas, sino del poder de Dios que escucha las peticiones y concede su gracia.
Cada cuenta del rosario es como una flor que le entregamos salida de nuestro corazón, por eso es bueno enseñar a nuestros hijos a rezarlo con paciencia y amor.
Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, podremos sobrellevarlo. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad.
Un peligro de quien habla de Dios es no hablar con él. Para hablar de Dios primero hay que hablar con él.
Las alegrías se convierten en motivo de alabanza y toda prueba es ocasión para pedir ayuda. Todo pensamiento puede convertirse en oración.
Jesucristo mismo instituyó los sacramentos para unirse amorosamente con nosotros en la liturgia.