
El Papa habla del desastre ¿Qué hacer con quien sufre?
Nuestro Señor no abandona a nadie y está al lado de quienes sufren algún daño y de sus seres queridos.
Nuestro Señor no abandona a nadie y está al lado de quienes sufren algún daño y de sus seres queridos.
Estoy plenamente convencido de que los esfuerzos por ser un buen cristiano están vinculados necesariamente a la virtud ciudadana.
Mucho se habla del “género”, denominado “teoría” por sus promotores e “ideología” por sus detractores. Pero también existe la “perspectiva de género”, más aséptica, como herramienta para analizar la realidad humana.
“Un cristiano no puede ser hipócrita”, advirtió el Papa Francisco. En la Biblia se representa al demonio con la serpiente, que tiene una lengua bífida, es decir, termina en dos ramificaciones. Por lo que se le atribuye tener doble cara.
Como cristianos y ciudadanos, es necesario tener clara nuestra identidad para poder cumplir nuestra responsabilidad ciudadana de humanizar nuestra cultura.
¿Cómo podemos colaborar los mexicanos a la solución de la profunda crisis de humanidad que padece el país, que se traduce en violencia, corrupción e impunidad?
El Papa invitó a ser sensibles a la inspiración del Espíritu Santo, no rechazarla: ‘‘He sentido el deseo de hacer esto, de ir a visitar a ese enfermo o de cambiar de vida y dejar esto…”.
Dos de las formas más frecuentemente utilizadas por el demonio, son: 1) dividir a los buenos, y 2) pervertir lo bueno, corromper lo que ha nacido puro.
La tercera parte del secreto de Fátima NO ES una película anticipada del futuro, es una invitación para cambiar, y con la poderosa intercesión de la Virgen María y la fuerza de la oración, darle curso a la historia.
En Fátima, el Papa comentó que la Virgen vino a prevenirnos y advertirnos sobre el peligro del infierno al que nos lleva una vida alejada de Dios.
El más grave problema en México es el síndrome de la conciencia fragmentada, que nos impide ver que los problemas del país derivan de la pérdida del valor de la vida y dignidad de las personas.
Es bueno respetar a las personas homosexuales; pero no discriminarlas no significa privilegiarlas. La violencia debe ser castigada independientemente de la inclinación sexual de la víctima o el victimario.