
Maria nos enseña a acoger con el corazón al Señor
“Sobre la primera página del calendario del nuevo año que el Señor nos regala, la Iglesia pone, como una estupenda miniatura, la solemnidad litúrgica de Santa María Madre de Dios”, dijo el Papa.
“Sobre la primera página del calendario del nuevo año que el Señor nos regala, la Iglesia pone, como una estupenda miniatura, la solemnidad litúrgica de Santa María Madre de Dios”, dijo el Papa.
El Santo Padre señaló que la majestad de Dios hecho hombre, es sin palabras; e indicó que guardar cada día, un momento de silencio con Dios, es custodiar el alma.
El Papa nos invita a mirar en el rostro de los niños para lo cuales no hay lugar en esta posada del mundo, el mismo rostro de Jesús. Recordó los conflicto de Siria, Irak, Yemen, Ucrania y los dolores de Venezuela entre otros.
Este año el Belén colocado en la Plaza de San Pedro tiene un motivo particular.
“Nosotros los cristianos tenemos necesidad de participar en la Misa dominical porque sólo con la gracia de Jesús, con su presencia viva en nosotros y entre nosotros, podemos poner en práctica su mandamiento”
El coro infantil “Héroes de Jesús” presentó su disco “Cantos a la Virgen de Fátima”, el cual fue producido por la “Armada Blanca”.
La liturgia celebra el misterio de Jesucristo a lo largo del año. Al hacerlo, también invita reflexionar sobre el misterio del hombre mismo.
Nuestro Señor no abandona a nadie y está al lado de quienes sufren algún daño y de sus seres queridos.
La Iglesia en Colombia está llamada a empeñarse con mayor audacia en la formación de discípulos misioneros, así como lo señalamos los obispos reunidos en Aparecida.
La Cruz de los jóvenes y el ícono de Santa María, que acompañan las Jornadas Mundiales de la Juventud, recorren el país, este sábado en la Ciudad de México.
El Papa Francisco nos dice que creer en el Señor no nos quita las tormentas de la vida, pero nos da la seguridad de la presencia de Jesús.
El Papa hizo un llamado para que cada uno llene de sentido cristiano su ambiente. No se trata solo de hablar de Jesús, sino de cumplir nuestros deberes por amor a Él.