
Las posadas comienzan en nuestro corazón
La llegada de Jesús es motivo de mucha alegría y si hemos preparado nuestro corazón, se nos debe notar.

La llegada de Jesús es motivo de mucha alegría y si hemos preparado nuestro corazón, se nos debe notar.

La vida espiritual también es importante, por eso debemos propiciarla y fomentarla en nuestros hijos y el adviento es tiempo propicio para lograrlo.

Jesús se presentó al mundo no sólo como Mesías pobre sino como Mesías de los pobres y para los pobres, concluyó el Papa León.

La Pascua no solo es un día, son 50 días por lo que debemos hacer una gran fiesta.

El pozo, en el antiguo Oriente Medio, era un lugar de encuentro, donde a veces se conciertan matrimonios, es un lugar de compromiso.

Hay que preguntarnos si realmente reconocemos la autoridad única de Jesús, o si reconocemos que Él es nuestro salvador y nadie más lo es.

Con la esperanza podemos vivir con alegría y serenidad nuestro presente, pues Jesús nos asegura un futuro confiable y un horizonte luminoso.

Jesús nos da muchas lecciones, entre ellas, de humildad, de pobreza, y sobre todo de amor, pues siendo todo un Dios, se hace hombre para morir y así redimirnos.

Es la confianza la que nos sostiene cada día y la que nos mantendrá de pie ante la mirada del Señor cuando nos llame junto a Él.

El viaje a Mongolia del papa fue un evento histórico que recogió testimonios conmovedores de saber vivir el Evangelio.

El amor de Dios es infinitamente superior a nuestros pensamientos e imaginaciones. Nuestros pensamientos son limitados y Dios es infinito.

El amor es lo primero y sin el amor en el centro, todo lo demás es vano.