


La luz que aporta la religión a la costumbre prehispánica puede resumirse en la certeza de la otra vida.

“Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación”

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia.

En la Plaza de San Pedro el Santo Padre habla de la esperanza verdadera que es como la vela de la barca que hace navegar sobre las aguas. La esperanza nos viene del Espíritu Santo.

En su Audiencia, el Papa Francisco propuso el tema de la esperanza que no defrauda, que se fundamenta en el amor que Dios mismo tiene por cada uno de nosotros.

Antes de iniciar la Audiencia de los miércoles, el Papa Francisco invita a reflexionar sobre el problema de la trata de personas, ya que es un problema mundial.

La virtud de la Esperanza es la que nos mantiene firmes en la lucha de cada día, confiados en Jesús; y en el Cristianismo, se asocia con el ancla.

Al recordar el Tiempo de Adviento y Navidad, un periodo que despierta la esperanza, el Papa dice que ésta debe colocarse en Dios, y no en ídolos.

El Hijo de Dios ha entrado en el dolor de los hombres, lo compartió y recibió la muerte; su Palabra es palabra de consolación, porque nace del llanto, explica.

Encomienda a Dios a los hermanos y hermanas que lamentablemente todavía hoy, en distintas partes del mundo, son perseguidos por la fe en Cristo.

La JMJ muestra que la fe renace en los corazones jóvenes, mostrando que todavía existe esperanza en este mundo, y que esa esperanza se llama: Jesucristo.