
El Espíritu Santo y la Iglesia (11). Testimonio de un satánico
Un proverbio chino dice: “No temas crecer lentamente; ten sólo miedo a quedarte quieto”.
Un proverbio chino dice: “No temas crecer lentamente; ten sólo miedo a quedarte quieto”.
Recordemos que el hombre fue creado por Dios “a su imagen y semejanza”, pero al pecar se desfiguró.
El deseo del encuentro con Dios ha sido tan fuerte en algunos que no han dudado incluso en dar la vida.
Todos los hombres podemos rendir un culto digno a Dios si nos unimos a Cristo por el Bautismo.
El papa Francisco explica que la oración para bendecir el agua bautismal nos revela que Dios creó el agua precisamente en vista del bautismo.
El cuento de “La Bella y la Bestia” lo podemos leer como una alegoría de cómo con el bautismo recuperamos nuestra figura de Hijos de Dios.
La libertad parece que solo la sabemos valorar cuando la perdemos. Pero la libertad es un tesoro que nos ha sido concedido, más que un derecho adquirido.
El bautismo transforma a la persona en un ser más profundo e íntimo, pues posee una vida nueva y una nueva identidad.
Para transmitir la fe, no bastan las palabras, las ideas, sino se precisa que vayan acompañadas de la misma fe.
El Papa Francisco nos recuerda que no debemos olvidar que el Bautismo no es solamente un dato de registro civil, sino es el agua que da la vida eterna.
Invita el Papa a pedir la gracia de hacer nuestra la sencillez de la Virgen María, su fantasía en servir al necesitado y la belleza de dar la vida por los demás.
Hablando de la “unidad de los cristianos”, puede decirse que en algo ya estamos unidos los cristianos: por el Bautismo y el “ecumenismo de la sangre”.