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Los milagros de la canonización del Papa JPII

“Experimenté la piedad de Dios en mi propia vida y estoy agradecida”, declaró Floribeth Mora Díaz, protagonista del segundo milagro por el que la Iglesia elevará a los altares al Papa Juan Pablo II.

En rueda de prensa realizada este jueves en el Vaticano para explicar lo que investigadores de la Iglesia concluyeron que fue un milagro por intercesión de Juan Pablo II, Floribeth, originaria de Costa Rica, manifestó no estar preocupada de si la gente cree que está loca. Ella simplemente sabe en su interior (y fue comprobado por médicos de Costa Rica y del Policlínico Gemelli de Roma) de que debe su vida a una milagrosa curación tras rezarle al fallecido Papa Juan Pablo II.

Floribeth sufrió un aneurisma en abril de 2011. Y luego de practicarse varios exámenes en un hospital y someterse a una cirugía, los médicos le dieron pocas esperanzas de vida.

El 1 de mayo de 2011, aún enferma, se despertó a las 2 de la madrugada y encendió la televisión para ver la ceremonia en la Plaza de San Pedro en la que Juan Pablo era declarado beato.

“Me dormí y cuando me desperté escuché la voz de Juan Pablo diciéndome ‘¡Levántate! ¡No tengas miedo!'”, relató, tal y como lo dijo aquí en México durante un encuentro en el que dio su testimonio, el miércoles 9 de abril, reportado en su momento por yoinfluyo.com.

Ve el video: http://www.yoinfluyo.com/yi20/videos/familia/7983-mensaje-de-floribeth-protagonista-milagro-de-jpii

El de Marie Simon-Pierre, el primer caso milagroso de JPII

El primer caso milagroso atribuido por la Iglesia a Juan Pablo II (por el que se le declaró beato) fue la curación de una monja francesa que sufría de Parkinson, una enfermedad que también afectó al Papa en los últimos años de su vida.

La monja francesa Marie Simon-Pierre padecía mal de Parkinson desde que le fue diagnosticado en 2001, según relata la religiosa en 2005 la enfermedad empezó a empeorar al grado de no poder mover la parte izquierda de su cuerpo, no podía escribir (pues era zurda) ni podía manejar trayectos largos.

Luego del anuncio de la muerte del Papa el 2 de abril de 2005, monjas de Francia y África pidieron la curación de Marie Simon-Pierre por intercesión de Juan Pablo II.

El 1 de junio de 2005 la monja, luego de rezarle a Juan Pablo II y pedirle su curación, se dio cuenta que todos los síntomas del Parkinson habían desaparecido.

Fue el 7 de junio que el médico de cabecera de la monja se cercioró de la milagrosa curación, inclusive habiendo dejado los medicamentos.

Han pasado ya 10 meses desde que interrumpí todo tipo de tratamiento. He vuelto a trabajar normalmente, no tengo dificultad para escribir y conduzco también en recorridos largos. Me parece como si hubiese renacido: una vida nueva, porque nada es igual que antes”.

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