El temor de Dios es un Don que nos hace cristianos convencidos de que no estamos sometidos al Señor por miedo, sino conquistados por su amor.

Comienza la Pascua. La fuente de la alegría
Para alimentar esta alegría, podemos seguir el ejemplo de aquellas mujeres: ir al encuentro del Resucitado, ya que Él es la fuente de una alegría que nunca se agota.