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Un rey que nunca muere, historia del Cubilete

En el corazón de México se erige uno de los monumentos más emblemáticos para los católicos de todo el mundo, ahí, de pie tras 60 años y múltiples ataques sigue con los brazos abiertos la estatua a Cristo Rey, pero ¿conoces su historia y significado?

En entrevista para yoinfluyo.com el subdirector de radio y televisión de la Arquidiócesis de México, el padre José de Jesús Aguilar, explicó que “lo que hace a Cristo Rey es su voluntad basada en la paz y el amor, es por eso que se le considera un verdadero rey, en el Padre Nuestro decimos venga a nosotros tu reino y debemos aceptarlo”.

En relación a las peregrinaciones que cada año se realizan en el Cubilete comentó que “la peregrinación es lo más importante en la celebración, la forma de festejar es especial, sobre todo los jóvenes que mientras llegan a la sima expresan esa voluntad de la que habló; paz y amor”.

El sacerdote recordó que la celebridad a Cristo Rey nació en México un 11 de julio de 1914, nuestro país fue la primera nación en consagrarse. En ese tiempo existía la devoción al Sagrado Corazón de Jesús pero ningún pueblo había proclamado a Cristo como Rey.

Los obispos buscaron un lugar del país para construirle un monumento, el sitio elegido fue un monte de 800 metros de altura de la sierra de Guanajuato llamado popularmente El Cubilete. La familia Masías de origen sinaloense donó el lugar que era de su propiedad.

El primer monumento fue construido por personas humildes de Silao, Guanajuato, bajo el cuidado del obispo de León Emeterio Valverde Téllez, su construcción duro cuatro semanas, tuvo un costo de 5 mil pesos y su altura fue de 9 metros inaugurándose el 9 de abril de 1920.

Lamentablemente, bajo el gobierno de Álvaro Obregón México comenzó a vivir un tiempo de persecución religiosa. El 11 de enero de 1923 ante 80 mil peregrinos, el representante del Papa en México, monseñor Filippi, bendijo la primera piedra ante 50 mil peregrinos, lo que le mereció la expulsión del país por parte de autoridades mexicanas.

Por su parte, los obispos hicieron muchos intentos para continuarla construcción hasta que el 30 de agosto de 1923 el gobierno de Álvaro Obregón prohibió definitivamente la construcción de esta obra.

Ya en 1925, el Papa Pio Xl inspirado por los mexicanos que habían proclamado a Cristo como Rey de la paz y el amor decretó para la Iglesia universal su festividad, en el país había aumentado el odio de los gobernantes hacia la Iglesia.

Ya estando Plutarco Elías Calles en el poder, proclamo una ley suprimiendo los monasterios y conventos de igual forma los templos quedaron en manos del gobierno, ejercían multas y fusilamientos a todo aquel que se le viera practicando acto de culto.

En plena persecución religiosa, el 30 de enero de 1928 el primer monumento fue destruido desde una avioneta del ejército comandado por el general Joaquín Amaro. Con sus restos se construyó
La Ermita Expiatoria en enero de 1944 y en su interior hay una pequeña escultura que se utilizó para la monumental escultura de bronce.

Después de las persecuciones se diseño el actual monumento por el arquitecto Nicolás Mariscal y Piña, fue aprobado por el presidente Manuel Ávila Camacho por mediación del Arzobispo de Guadalajara, Juan José Garibi Rivera. La primera piedra se colocó el 11 de diciembre de 1944.

El autor de la escultura fue el regiomontano Fivias Elizondo, él también hizo el altar principal que en sus esquinas representa a los cuatro evangelistas.

El Cubilete es ahora uno de los sitios más frecuentados no sólo por los peregrinos guanajuatenses que se distinguen en estas prácticas, sino por peregrinaciones de carácter nacional, todas ellas multitudinarias. Para este objeto, al pie de la gigantesca estatua de Cristo Rey, como base de la misma, se encuentra la moderna basílica en forma de globo terráqueo.

El Santuario tiene capacidad para alojar a un nutrido número de peregrinos que asisten todo el año, pero en particular para la fiesta de Cristo Rey, el 21 de noviembre.

La simbología representada en la estatua y los dos ángeles reposan sobre un hemisferio de concreto que simboliza al universo, con sus meridianos y paralelos terrestres, esta semiesfera reposa sobre ocho columnas de concreto que representan a las ocho provincias eclesiásticas de México. Los ángeles arrodillados a los pies del monarca, le ofrecen las dos coronas: la del martirio y de la gloria.

La escultura mide 20 metros de altura y pesa 80 toneladas y está localizada en la cima del Cerro del Cubilete, a 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar, al cual se llega por medio de un camino empedrado que rodea al cerro hasta llegar a una glorieta superior, que funciona como mirador y estacionamiento.

Este recorrido es muy pendiente y con curvas muy cerradas. El Santuario, a los pies del Cristo, contiene varias piezas de arte, destacando una custodia de gran tamaño.

Vale la pena mencionar el museo Cristero, único en México, que reúne objetos, fotografías, entrevistas grabadas, música y biblioteca. Este museo que posee el acervo histórico de los principales actores de esta gesta, se encuentra en Encarnación de Díaz a cargo de su fundador, Alfredo Hernández Quesada.

Con información de “Monte Tabor”. José de Jesús Ojeda S.

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