Ambos pertenecen a la lista de 118 cardenales electores, es decir, que por tener menos de 80 años de edad pueden ser tomados en cuenta para asumir la dirección de la Iglesia católica. La decisión del Papa Benedicto XVI de presentar su renuncia por razones de salud “fortalece la fe”, declaró esta mañana la Arquidiócesis de México.
En conferencia de prensa, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira, agradeció la labor pastoral del pontífice durante los casi ocho años en los que ha estado al frente de la Iglesia Católica, al tiempo que defendió al Papa saliente, al argumentar que “no le tembló la mano” para enfrentar las acusaciones por pederastia contra sacerdotes de la institución.
Lira confió en que “Dios ilumine” a los obispos electores del sucesor del pontífice, y recordó la visita que Benedicto XVI hizo a México el año pasado.
De acuerdo a la norma vigente, el cardenal decano tiene un plazo de 20 días para convocar a un cónclave en Roma, con el fin de elegir al nuevo sumo pontífice.
“¿Quién será el próximo sumo pontífice? Lo sabe Dios”, atajó.
El secretario General de la CEM confirmó que tres cardenales mexicanos podrán participar en el cónclave para la elección del próximo Papa. Los prelados mexicanos son, Norberto Rivera Carrera, Arzobispo primado de México; el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, ex arzobispo de Guadalajara (por edad ya no es papable); y José Francisco Robles Ortega, actual arzobispo de Guadalajara.
Con información de Notimex
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