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Paradoja demográfica

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés) es la agencia de las Naciones Unidas responsable de promover la planificación familiar, incluyendo los anticonceptivos y el acceso al aborto, y según su director, Babatunde Osotimehin, “la reducción de la fertilidad es la clave para asegurar el éxito económico, pues el desarrollo sostenible es el imperativo del siglo XXI y no puede lograrse sin mejorar la salud reproductiva”. Sin embargo, si bien el control de la natalidad se estableció como una condición por parte de los organismos internacionales de ayuda, sobre todo para los países en vías de desarrollo, durante la segunda mitad del siglo pasado, ahora la medida comienza a revertirse en algunos países desarrollados que aplicaron tal política con mayor eficacia y, por tanto, la afirmación de Osotimehin va cada vez más en contradicción con los hechos.

Japón es uno de los más claros ejemplos de ello. Las últimas cifras oficiales muestran que se prevé que la población de Japón descienda en un 30%, por debajo de 90 millones para el año 2060. Para esa fecha, los que tengan 14 años o menos, serán casi 8 millones, frente a los 35 millones de personas de 65 años o más; la tasa de fertilidad (que es el número esperado de hijos por pareja) se espera que llegue de 1.39 en 2010 a 1.35 en 2060, muy por debajo del 2.08 necesario para evitar que la población disminuya. Las proyecciones se basan en el censo de 2010, en el que había tres estimaciones: moderado, optimista y pesimista, realizado por el Instituto Nacional de Población e Investigación de la Seguridad Social.

El pronóstico dado a conocer corresponde a la estimación moderada, donde se puede observar que la población de 65 años o más alcanzará un 39.9% en 2060. Antes de que salieran las últimas cifras, ya existía una preocupación generalizada sobre las implicaciones económicas de esta baja tasa de fertilidad.

El envejecimiento de la población significa que será necesaria una reforma seria de los sistemas de seguridad social y de impuestos en Japón, dijo recientemente el ministro jefe del Gabinete, Osamu Fujimura. En 1960, en Japón un jubilado era sostenido por 11.2 trabajadores, en 2010, un jubilado fue sostenido sólo por 2.8 trabajadores, y para 2060 se espera sólo 1.3 trabajadores por cada jubilado. Más aún, lo que está sucediendo en el Japón es un anticipo de lo que podrá ocurrir en otras economías maduras.

Un informe de Reuters, citado por Ajay Kapur, estratega del Deutsche Bank en Hong Kong, dice que “en los próximos cinco años los 18 países desarrollados, de los cuales el Deutsche Bank tiene datos de su mercado inmobiliario por más de medio siglo, verán una disminución en el índice de su población en edad de trabajar”, y muchos otros países están luchando para hacer frente a las consecuencias de una tasa de fertilidad por debajo del nivel de remplazo.

Otra experta, quien recientemente se pronunció sobre el tema es Sarah Harper, directora del Instituto Oxford de Envejecimiento de la Población de la Universidad de Oxford, quien dijo que la Unión Europea verá un aumento promedio del 23% en los costos de pensiones en los próximos 50 años, de acuerdo con un informe publicado por el diario The Independent. Sin embargo, señaló que “Europa ha tenido más de un siglo para adaptarse a estos cambios, pero la mayoría de los países en desarrollo tienen sólo una generación”, la rápida disminución natal en América Latina se debe en una buena parte a los programas patrocinados por las Naciones Unidas.

Estamos ante una paradoja: la disminución de los índices de natalidad para propiciar el desarrollo económico, puede ser la causa de quebranto económico para los países en el futuro, pues al igual que con otros aspectos del actuar humano, no sabemos guardar un equilibrio que propicie un progreso armónico. En lo relativo al desarrollo sustentable, por ejemplo, Gandhi ya vislumbraba de lo que es capaz el hombre cuando decía: “La naturaleza satisface las necesidades del hombre, no su ambición”. En el caso que nos ocupa, la ONU y los países que la integran tendrán que equilibrar sus políticas de control natal si no quieren conducir al quebranto económico a las futuras generaciones.

 

* Egresados e Inserción Profesional – UPAEP

 

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