
La doctrina católica sobre la homosexualidad
La doctrina de la Iglesia no es que toda persona homosexual debe intentar una terapia reparativa, pero sí intentar vivir el celibato o la continencia.
La doctrina de la Iglesia no es que toda persona homosexual debe intentar una terapia reparativa, pero sí intentar vivir el celibato o la continencia.
Cuando una persona con su arrepentimiento acepta la conversión, el Señor perdona y olvida. “La Nueva Alianza nos renueva y hace cambiar la vida”, dice el Papa.
El Padre Rafael pregunta a Teo si fue paciente con su hermano Tolín. Teo le cuenta que la lectura de la historia de Job le dio ánimo para imitarlo.
Lo que realmente debería preocuparnos no es lo que haga Trump, sino la confusión que existe entre la clase política mexicana, la partidocracia dominante.
Si aceptamos el divorcio de las convicciones personales y las actuaciones políticas o públicas, estaríamos aceptando la ausencia de principios en la política.
La virtud de la Esperanza es la que nos mantiene firmes en la lucha de cada día, confiados en Jesús; y en el Cristianismo, se asocia con el ancla.
Tres son los derechos capitales: la vida, la justicia y la libertad. Una vez comprometido el derecho a la vida, los otros dos se tornan quebradizos.
No me deja tranquilo resolverlo todo “revisando mochilas”. La respuesta cristiana es una renovación espiritual de la sociedad: renovar la familia y a la persona.
El Papa cuestiona las “falsas esperanzas” que ofrecen algunos ídolos, que alejan de Dios y conducen a la muerte. La esperanza absoluta está en Dios.
Amoris Laetitia puso al descubierto a los fariseos de siempre, aclaró que justicia y misericordia van juntas e infundió energía misionera al pueblo católico.
“¡Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Jn 1, 29-34), palabras que los sacerdotes repiten en Misa y representan la misión de la Iglesia.
La mano de María no suelta a la humanidad, interviene maternalmente en la historia para conducirla hacia la plenitud en su Hijo Jesucristo.