1) Para saber
El segundo viernes de abril, tal como estaba previsto, se presentó en la Sala de Prensa de la Santa Sede la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, “Amoris laetitia” (“La alegría del amor”), sobre el amor en la familia.
Intervino en la presentación de este nuevo documento, entre otros, el Cardenal Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena, quien recordó que el mismo Santo Padre ha definido como central los capítulos 4 y 5, es decir, los dos capítulos centrales de esta Exhortación, no sólo en su sentido geográfico, sino por su contenido, porque “no podremos alentar un camino de fidelidad y de entrega recíproca si no estimulamos el crecimiento, la consolidación y la profundización del amor conyugal y familiar”, tal como se lee en el número 89 de este documento.
2) Para pensar
Quiso resaltar el Cardenal Schönborn cómo el Papa Francisco habla en este documento del amor con gran vivacidad, comprensión y empatía, procurando que así atraiga y motive a vivirlo. Es en el cuarto capítulo donde se hace un amplio comentario al Himno de la Caridad de la 1ª Carta a los Corintios, por lo que recomendó la meditación de estas páginas.
El Papa comienza por hablar de la primera característica del amor verdadero que san Pablo señala: “La caridad es paciente”.
Muestra el Papa que esta paciencia se le aplica a Dios en la Sagrada Escritura e implica no dejarse llevar por los impulsos y evitar agredir. Dios usa de la paciencia cuando es misericordioso con el pecador dándole un espacio para que se arrepienta. Y estamos llamados a imitar esta paciencia.
En la vida familiar no faltan situaciones que “provocan” el responder con enojo y agresivamente. Pero es imprescindible tener paciencia, dando tiempo para que se arrepientan del mal cometido. Cualquier tipo de agresión es un atentado contra la familia que hay que evitar a toda costa.
Cuentan que Mariana, quien estaba próxima a casarse, platicaba con su amiga Daniela. Mariana le preguntó: “Tú, que llevas años casada, ¿podrías darme un buen consejo para mi próxima vida matrimonial?”. Daniela, que conocía bien a Mariana, le contestó: “Sobre todo, sé paciente Mariana, muy paciente, y de esa manera no tendrás dificultades”.
Mariana le contestó que no lo olvidaría, pero Daniela le volvió a repetir el consejo. Mariana volvió a agradecérselo. Una vez más Daniela se lo volvió a aconsejar. Y entonces Mariana, ya enfadada, le contestó enojada: “¿Crees que no entiendo? ¡Ya van tres veces que me repites lo mismo!”
Daniela simplemente le sonrió, y le advirtió: “¿Ves? No es fácil. Ya te enojaste y sólo fue por repetir tres veces algo. En la vida familiar te encontrarás situaciones más difíciles. O tienes paciencia o no sacarás adelante la familia”.
3) Para vivir
Dice el Papa que la paciencia no es dejar que nos maltraten o tolerar agresiones físicas. El problema es cuando queremos que los demás sean perfectos y no toleramos el error ajeno, o queremos que siempre se haga nuestra voluntad.
Meditemos especialmente esos capítulos, cuarto y quinto, para aprender a vivir el amor que Dios quiere que haya en toda familia.
@voxfides
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