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Caminemos juntos como discípulos y misioneros

El hombre nacido como Karol Wojtyla que se convirtió en Papa

 

  

Desde aquí, su columna semanal: “Una Mirada en la Historia”, su servidor, el Padre José Luis Bautista González.

El pasado primero de noviembre, en el año 1946, se ordenaba Karol Wojtyla; y de hecho, el pasado 22 de octubre celebramos su primera memoria litúrgica como santo. ¿Quién es Karol Wojtyla?

Él nació en Wadowice, el 18 de mayo de 1920, y vivía junto a la Parroquia de Wadowice. Él vivió, digamos, una infancia dura y difícil, porque su mamá murió cuando él tenía nueve años; su hermano, cuando él tenía 12; y a los 12, solamente tenía como único familiar a su papá. Trágicamente, cuando él venía en 1941 del trabajo en una cantera, llegó a su hogar y encontró a su papá tirado muerto.

Él también sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial, porque recordemos que la Blitzkrieg, “la guerra relámpago”, donde invadió, por un lado Alemania, y por otro lado los soviéticos. Fue primero Varsovia y después Polonia. Varios de sus amigos murieron en la Segunda Guerra Mundial por su procedencia judía.

Él conoció al Cardenal Sapieha, y el Cardenal Sapieha le pidió que hubiera sido un buen sacerdote. En 1939 entra a la Universidad Jagellónica, pero también la cierran. Era un hombre que quería estudiar filología.

Finalmente, después de muchas peripecias, y sabiendo que Jesús lo llamaba al Orden Sacerdotal, es ordenado clérigo en 1946. Va a estudiar a Roma, y estudia por un lado Moral de Max Scheler, la Axiología; hace su tesis sobre Axiología de Scheler; y por otro lado domina el español, porque habla de las obras de San Juan de la Cruz.

Regresa a Polonia, ya es un país socialista. Va ascendiendo a Obispo, luego a Obispo auxiliar, del gran Stefan Wyszyński, que es muy querido, por cierto, en Polonia, porque fue un hombre santo. Finalmente, a la muerte súbita de Juan Pablo I en 1978, es elegido Sumo Pontífice de la Iglesia, primero no italiano desde tiempos de Adriano VI, en el siglo XVI.

Hizo obras grandiosas Juan Pablo II, más de 106 viajes apostólicos, más de 120 documentos entre encíclicas, exhortaciones y cartas apostólicas, aumentó el número de nunciaturas en el mundo. Fue un hombre que gobernó a la Iglesia desde 1978, hasta su muerte en el año 2005, el 2 de abril. Canonizó y beatificó a muchos, rompió varios esquemas dentro de la Iglesia Católica, pero lo grandioso es que conservó el sagrado depósito de la fe.

Yo sí les exhortaría, no solamente a que nos quedemos en el movimiento sentimental, aplaudir al Papa; no. Por ejemplo, leer la Veritatis splendor, “El Esplendor de la Verdad”, que esto del vademécum de la Teología Moral de la Iglesia. El acercamiento entre fe y razón, en su famosa encíclica sobre la razón y la fe. Defensa que hace de la vida en este tiempo donde se práctica el aborto, la eutanasia; en su encíclica “El Evangelio de la Vida”. Documentos de la Iglesia. El Catecismo de la Iglesia Católica.

Fue un gran Papa viajero. Defendió los valores que lamentablemente aquí en nuestra querida República Mexicana, por parte de algunos legisladores que siguen los dictámenes de sus coordinadores, yo no sé por qué algunos ministros de la Corte han aceptado cuestiones que van en contra aun de la razón natural.

Pero volvamos a este gran Papa que sufrió en carne propia el estrago de la enfermedad, el estrago de la muerte, y ojalá que Juan Pablo II, que desde el cielo nos escucha, ampare y custodie precisamente a cada uno de nosotros.

 

@voxfides

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