huellas
Caminemos juntos como discípulos y misioneros

El Adolescente Juan (4)

Te presentamos ahora otro fabuloso libro del Padre Carlos Chávez Shelly: “El adolescente Juan”, dirigido –como él mismo lo dice– a los jóvenes, quienes pueden ver en Juan evangelista, el adolescente, una vida testimonial que les puede ser enriquecedora. (Parte 4)

4. ¡PODEMOS!

A los pocos días de que Jesús se había “llevado” a sus hijos Juan y Santiago, Salomé, su madre, se acercó al Señor. Quería aprovecharse. Le pidió que en el futuro Reino de los Cielos, del que hablaba, sus hijos ocuparan la “Pole Position”, uno a la derecha y otro a la izquierda: los mejores lugares en el Reino de Cristo. Ya se sabe, las mamás siempre quieren lo mejor para sus hijos…

Jesús sonreiría ante aquella audaz petición. Les dice a los muchachos:

–Ustedes quieren ser los primeros, pero… ¿podrán pasar por lo que Yo voy a pasar? (se refería a la Pasión y Muerte: los azotes, la corona de espinas, las burlas, los escupitajos, las bofetadas, la cruz sobre sus espaldas subiendo al Monte Calvario, los clavos, la crucifixión…). Ellos, un poco inconscientes, pero valientes y decididos le contestan:

–Sí, ¡Podemos!, ¡Claro que podemos! ¡Por supuesto que podemos!

En este momento es bueno reflexionar si, como Juan, estamos dispuestos a todo por llegar al Cielo: estudiar con seriedad, vivir la Santa Pureza, divertirnos sanamente, rezar nuestras oraciones y cumplir nuestro plan de vida; soportar las burlas y los ataques cuando procuramos vivir bien nuestra fe, cuando procuramos acercar a nuestros amigos a Dios, a la confesión; soportar incluso los obstáculos e incomprensiones que puedan venir de nuestros padres y parientes, de los buenos. ¿Sí, podemos?, ¿Sí, puedo?

San Josemaría comentaba este pasaje de la Biblia de la siguiente manera:

“También a nosotros nos llama, y nos pregunta, como a Santiago y a Juan: Potestis bibere calicem, quem ego bibiturus sum?: ¿Estáis dispuestos a beber el cáliz –este cáliz de la entrega completa al cumplimiento de la voluntad del Padre– que yo voy a beber? Possumus! ¡Sí, estamos dispuestos!, es la respuesta de Juan y de Santiago. Vosotros y yo, ¿estamos seriamente dispuestos a cumplir, en todo, la voluntad de nuestro Padre Dios? ¿Hemos dado al Señor nuestro corazón entero, o seguimos apegados a nosotros mismos, a nuestros intereses, a nuestra comodidad, a nuestro amor propio? ¿Hay algo que no responde a nuestra condición de cristianos, y que hace que no queramos purificarnos? Hoy se nos presenta la ocasión de rectificar. (Es Cristo que pasa 15)”.

¿Estamos dispuestos a renunciar, por Cristo, a la pereza en nuestros estudios, trabajos, lecturas? ¿A los reclamos de la sensualidad en los antros y fiestas, en la televisión y la computadora? ¿Estamos dispuestos a procurar no caer en el ambiente materialista y aburguesado que nos rodea?

Esto y mucho más nos enseña el adolescente Juan en esta ocasión.

@voxfides

Artículos Relacionados