
Una luz de esperanza. Nunca es demasiado tarde
Secundemos al Papa pidiendo que no falte la esperanza, en especial, en quienes estén desanimados, fracasados y sin ver claro el futuro, incluso en la última hora de su vida.
Secundemos al Papa pidiendo que no falte la esperanza, en especial, en quienes estén desanimados, fracasados y sin ver claro el futuro, incluso en la última hora de su vida.
Papá debe estar al pendiente de que cada niño reciba los sacramentos que le tocan, que reciba la formación espiritual que necesita.
Enseñemos a nuestros hijos a resguardarnos en el Amantísimo Corazón de Jesús.
La palabra de Jesús es para todos, pero actúa en cada uno de manera diferente.
Debemos educar a nuestros hijos para que compartan el Amor que Dios les da a diario y qué mejor lugar para hacerlo que con sus hermanos, con sus papás, y con los más cercanos.