
Ser papá a ejemplo de San José
Papá debe estar al pendiente de que cada niño reciba los sacramentos que le tocan, que reciba la formación espiritual que necesita.
Papá debe estar al pendiente de que cada niño reciba los sacramentos que le tocan, que reciba la formación espiritual que necesita.
Enseñemos a nuestros hijos a resguardarnos en el Amantísimo Corazón de Jesús.
Debemos educar a nuestros hijos para que compartan el Amor que Dios les da a diario y qué mejor lugar para hacerlo que con sus hermanos, con sus papás, y con los más cercanos.
Es necesario que nuestros hijos sepan que tenemos un Padre amoroso que nos cuida siempre y que está atento a nuestras peticiones.
La Pascua no solo es un día, son 50 días por lo que debemos hacer una gran fiesta.
La Semana Santa, la semana mayor, es la época del año que nos abre la puerta a la fiesta mayor que tenemos los católicos: La Pascua.
Consagrar es dedicar voluntariamente a Dios y lo podemos hacer de manera personal y también familiarmente.
Este tiempo de cuaresma es el tiempo por excelencia para trabajar en la conversión de nuestro corazón y tenemos una oportunidad de oro para lograr cambiar lo que nos pesa.
La cuaresma es el tiempo de perdonar las ofensas, de ofrecer disculpas, de corregir los errores y sobre todo de tener abierto el corazón para recibir las gracias de parte de Dios.
Si Cristo es nuestro rey, no deberíamos tener problema para regalarle una hora de nuestra semana para asistir a Misa.
La oración es ese diálogo amoroso que tenemos con Dios que puede ser por medio de fórmulas ya establecidas o con una sencilla conversación a lo largo de nuestros días.
El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.