
Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional
Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia.

Quiero agradecerles lo que han hecho y lo que hacen por la paz poniendo en juego la vida. Y eso es lo que hizo Jesús: nos pacificó con el Padre, puso en juego su vida y la entregó.

Porque cada uno de nosotros es un tesoro, que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera.

Pero al igual que a Simón, Jesús nos invita a ir mar adentro, nos impulsa al riesgo compartido, no tengan miedo de arriesgar juntos, nos invita a dejar nuestros egoísmos y a seguirlo.

Guadalupe y Aparecida son manifestaciones programáticas de esta creatividad divina. Bien sabemos que esto está en la base sobre la que se apoya la religiosidad popular de nuestro pueblo.

No es exagerado afirmar que la fe ha inspirado los monumentos artísticos y culturales más grandes de la humanidad. Tal dependencia, lejos de empobrecer al arte, lo llevó a su clímax.

Colombia tiene necesidad de vuestra mirada propia de obispos, para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación, hacia la abdicación de la violencia como método.

Ustedes jóvenes son capaces de descubrir la Colombia profunda. Los corazones jóvenes se estimulan ante los desafíos grandes.

Solo con fe y esperanza, se pueden superar las numerosas dificultades del camino y construir un País que sea Patria y casa para todos los colombianos.

Quien está débil de fe, es fácil que caiga en supersticiones. Con Cristo estamos seguros, a pesar de nuestras miserias y debilidades, sobre todo cuando nos ponemos de rodillas y adoramos al Señor, como los discípulos.

La intención de oración del Papa, para el mes de septiembre es para que las parroquias den testimonio de fe y caridad.

Lo sagrado es, por definición, aquello que se sustrae del uso común. Y si es así, es porque para algún grupo de la sociedad, representa algo de sumo valor.