
No está aquí. Resucitó (Lc 24, 6)
La Pascua del Señor nos lleva a reflexionar el poder de Dios, único e incomparable, y reconocer la pequeñez del ser humano.
La Pascua del Señor nos lleva a reflexionar el poder de Dios, único e incomparable, y reconocer la pequeñez del ser humano.
Si queremos ver a Dios, se requiere tener la pureza del corazón. “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
La consagración de América Latina a la Virgen de Guadalupe es entregarse a sus brazos para obtener de ella su maternal protección.
Todos debemos aprender a ser misericordiosos, a perdonar sin guardar rencor. Además de reconocer que todos somos pecadores y necesitamos misericordia.
Orar, confiar, actuar y tener esperanza son los elementos que nos ayudará a tener fortaleza aún en los momentos más difíciles.
Al hablar a san Juan Diego, María de Guadalupe no sólo prefigura al primer latinoamericano, sino que extiende su mensaje a través de los siglos y los pueblos.
La consagración de América Latina a la Virgen de Guadalupe es entregarse a sus brazos para obtener de ella su maternal protección.
Te compartimos la homilía de Raniero Cantalamessa en la Misa celebrada este Viernes Santo desde la Basílica de San Pedro.
La autoridad civil condenó a Jesús a morir en la cruz a pesar de que el César no encontró culpa en él, pero prefirió la corrección política.
Al impartir la bendición Urbi et Orbi de manera extraordinaria, Francisco nos recordó que la humanidad está en la misma barca y que Dios está con nosotros.
La Pascua es la fiesta más importante para los cristianos, por eso es importante celebrar esta fiesta y expresar nuestra alegría entre nuestros familiares.
A pesar de que no podremos asistir a las ceremonias de Semana Santa, podemos experimentar lo que Jesús sufrió en su Pasión.