El Papa Juan Pablo II no era perfecto, era un santo, comenta el cardenal Javier Lozano Barragán, citando al Papa Benedicto XVI. #YienRoma

Comienza la Pascua. La fuente de la alegría
Para alimentar esta alegría, podemos seguir el ejemplo de aquellas mujeres: ir al encuentro del Resucitado, ya que Él es la fuente de una alegría que nunca se agota.